Los propietarios y dos empleados de dos sitios web de pornografía relacionados fueron acusados de tráfico sexual el jueves 10 de octubre por un tribunal federal de Estados Unidos.
Michael James Pratt, de 36 años, Matthew Isaac Wolfe, de 37 años, y Rubén Andre García, de 31, están acusados de "tráfico sexual mediante use de fuerza, fraude y coerción", que conlleva un mínimo de 15 años de prisión y la pena máxima de cadena perpetua, y una multa de 250 mil dólares.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Pratt, Wolfe, García y una mujer llamada Valorie Moser, de 37 años, también están acusados de "conspiración para cometer tráfico sexual por fuerza, fraude y coerción", que también tiene una pena máxima de cadena perpetua y una multa por el mismo monto.
Según el comunicado de la Oficina del Fiscal Federal del Departamento de Justicia del Distrito Sur de California, García fue arrestado el miércoles, Wolfe fue puesto bajo custodia por funcionarios de inmigración y transferido a custodia federal el martes, y de Moser se encargará el viernes. Pratt es descrito como "fugitivo" que permanece suelto. El miércoles, el FBI allanó la oficina de los sitios web en San Diego.
Los cuatro están acusados de colocar anuncios para "trabajos de modelado" que pagarían 5 mil dólares, pero en realidad eran para películas pornográficas. La denuncia alega que Pratt, Wolfe, García y Moser les dijeron a las mujeres que podían permanecer en el anonimato y que sus videos no se compartirían en línea. Los cargos alegan que esto no era cierto y que los videos se hicieron exclusivamente para Internet.
Los registros financieros muestran que los dos sitios web ganaron más de 17 millones de dólares para Pratt y Wolfe.
La denuncia alega que, en lugar de un trabajo de modelaje, las mujeres fueron "presionadas" para firmar documentos que no tuvieron la oportunidad de leer a fondo, y fueron amenazadas con acciones legales y de otras formas si no "actuaban" en un video. Otras presuntas víctimas dicen que no se les permitió abandonar el lugar de la filmación hasta que se completó un video, y que sus familiares y amigos vieron sus videos en línea, lo que resultó en acoso y distanciamiento de sus familias.
La denuncia también dice que al menos un artista fue violado durante una grabación y otros fueron agredidos sexualmente. La queja establece que los artistas se verían obligados a realizar cosas que no querían, o de lo contrario no recibirían el pago por su trabajo o se les permitiría irse.
El FBI en San Diego está solicitando que cualquier víctima adicional se presente y comparta sus experiencias.
El Catecismo de la Iglesia Católica describe la pornografía como un "falta grave".
"Ofende la castidad porque desnaturaliza la finalidad del acto sexual. Atenta gravemente a la dignidad de quienes se dedican a ella (actores, comerciantes, público), pues cada uno viene a ser para otro objeto de un placer rudimentario y de una ganancia ilícita", enseña la Iglesia.
"Las autoridades civiles deben impedir la producción y la distribución de material pornográfico", añade.