Al cumplirse dos años del primer aborto legal en Chile, la Diócesis de Villarrica marchará el sábado 5 de octubre para proclamar la dignidad y el respeto de toda persona humana desde su concepción hasta la muerte natural.
"Yo marcho por la vida" es el nombre de la convocatoria que comenzará su recorrido a las 10:00 a.m. en la Costanera de la ciudad y concluirá en la plaza cívica a eso de la 1:00 p.m.
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"Conscientes de la gravedad de esta ley pero con la esperanza de saber que el mal nunca tiene la última palabra, queremos hacer de este día una ocasión para proclamar la dignidad de la vida en todas sus etapas, desde su concepción hasta su muerte natural", explicaron los organizadores.
La convocatoria alienta la defensa de la vida de los niños por nacer y sus madres, junto al apoyo a la maternidad en situación de vulnerabilidad, frente a la ley que el 21 de agosto de 2017 despenalizó en Chile el aborto en las causales de violación, riesgo de vida de la madre e inviabilidad fetal.
En octubre de ese año se registró el primer aborto legal en el Hospital San José de la ciudad de Santiago, a una niña de 12 años embarazada de 12 semanas producto de una violación.
La manifestación "Yo marcho por la vida" también defiende el derecho a la vida de enfermos y ancianos, la cual estaría peligrando con la actual discusión del proyecto de eutanasia.
El documento plantea la eutanasia para personas en estado de salud terminal o de "sufrimiento físico o mental constante e insoportable que no puede ser apaciguado", desde los 14 años de edad.
El Obispo de Villarrica e impulsor de la iniciativa, Mons. Francisco Javier Stegmeier, afirmó que "nunca" se acostumbrarán a la ley de aborto en Chile, menos aún a la muerte de "niños indefensos, inocentes, que sin ninguna culpa se les está abortando. Por esto invito a todos, en el nombre del Señor Jesús, a que participemos en esta marcha por la vida".
La manifestación será encabezada por la imagen de la Virgen del Niño por Nacer que fue bendecida por el Papa Francisco en enero de 2018 durante su visita a Chile.
La efigie mide 1,80 metros de altura y fue realizada por la escultora española Elena Pilar Palomino.
