El Arzobispo de Piura y Tumbes (Perú), Mons. José Antonio Eguren, afirmó que la Virgen María es una merced, es decir "un regalo de la misericordia de Dios a nosotros".
"Merced, significa 'favor', 'regalo', 'misericordia'. Merced es 'gracia', es 'don', y todo ello como fruto de una iniciativa gratuita del Señor que siempre nos ama primero. María, es Ella misma una 'merced', es decir un regalo de la misericordia de Dios a nosotros", dijo el Prelado en la homilía de la Misa que presidió este martes en el día de la Virgen de las Mercedes.
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"Una vez más con ocasión de su fiesta, venimos a ponernos bajo su protección, porque sabemos que con gran amor de Madre, Ella nunca deja de prodigar sus cuidados a quienes la invocan de corazón", dijo el Arzobispo en la Catedral de Piura.
Tras encomendar a la Virgen a las Fuerzas Armadas del Perú, Mons. Eguren comentó que "en nuestro caso particular, el Señor dispuso en su providencia amorosa que Nuestra Señora de las Mercedes se quedara en Paita para desde ahí prodigarnos su amor maternal, un amor que nos protege de los peligros y que se hace todo ruego e intercesión por nuestras necesidades y desafíos, un amor que nos educa para que seamos en todo semejantes a Jesús, el camino, la verdad y la vida".
El Arzobispo se refirió a la crisis política en el país y le pidió a la Virgen de las Mercedes que "nos ayude a vencer el mal de la desunión, y que nos alcance de su Divino Hijo Jesús, una gracia, una merced: que nos consiga la ansiada unidad entre los peruanos y especialmente entre los piuranos".
"Nuestra clase política nacional, en vez de estar unida trabajando por el bien común, vive en su gran mayoría enfrascada en enfrentamientos de todo tipo, devorándose los unos a los otros, cosa que no le hace ningún bien al país" y por ello "nuestra Madre Santísima nos dice: ¡Basta ya de divisiones y desunión! ¡Basta ya de desencuentros entre hermanos!", exclamó el Arzobispo de Piura.
El Prelado alentó a "erradicar el egoísmo partidista y personal; apremia lograr que los poderes del Estado no se devoren entre sí, sino que más bien se unan en la común misión de hacer del Perú una Patria grande. Se hace necesario superar la violencia como forma de protesta, porque además de ser anti cristiana, trae consigo destrucción, atraso y muerte de peruanos".
"Urge también sacudirse de las ideologías relativistas y reduccionistas que empobrecen y distorsionan la verdad de la persona humana, y más bien impulsar la educación en valores de nuestra juventud, en el hogar y en los colegios, retomando en estos últimos las asignaturas de historia del Perú, ética y educación cívica", destacó.
La Virgen, continuó, "nos ayuda a ser libres de las fuerzas del mal que nos esclavizan, por eso en su mano izquierda sostiene los grilletes o esposas que simbolizan que por medio de Ella, el Señor libera a los cautivos por el pecado y sana a todos los que están oprimidos por el diablo".
"Santa María de la Mercedes, es el camino más seguro para hallar a Cristo, el único salvador del hombre, el único capaz de liberarnos de la esclavitud del pecado y de la muerte eterna, el único capaz de reconciliarnos en la verdad y el amor, y así llenar nuestras vidas de auténtica libertad y felicidad", subrayó el Arzobispo de Piura.