Con el cierre de la "Puerta Santa" el 22 de septiembre concluyó el año jubilar por los 400 años de fundación de la iglesia San Francisco de Alameda en Santiago de Chile.
Durante el año jubilar que llevó por lema "Confiados en tu misericordia reconstruimos tu Iglesia, Señor", los fieles se acercaron hasta el templo para recibir la indulgencia plenaria a través del sacramento de la Confesión, la Comunión Eucarística y la oración por las intenciones del Papa Francisco.
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En tanto, los miembros de la Orden Franciscana en Chile realizaron liturgias penitenciales, animaron la participación de la gente en el comedor San Antonio que alimenta a las personas en situación de calle, que se ubica a un costado del templo, y publicaron una serie de videos que relatan la presencia e influencia franciscana en la capital.
El cierre del año jubilar fue presidido por el Administrador Apostólico de Santiago, Mons. Celestino Aós, quien invitó "como cosecha de este año jubilar" a renovar "nuestro empeño de poner a Jesucristo en el centro de nuestras vidas, dé lugar contra el pecado y el mal con nuestra inteligencia y fuerzas naturales, pero sobretodo con la oración".
Al finalizar Mons. Aós junto a los fieles se acercaron hasta la Puerta Santa ubicada a la entrada de la pequeña capilla de la Virgen Nuestra Señora de Fátima, para cerrarla.
"Este es un templo que cobija a muchos hermanos y hermanas en la fe que vienen a reconciliarse con el Señor y con sus hermanos. Vamos a seguir en esta dinámica, tal como lo han hechos durante más de 400 años nuestros hermanos franciscanos", expresó el hermano Santiago Andrade, guardián del convento.
Iglesia San Francisco de Alameda
Los cinco primeros franciscanos que llegaron a Chile en 1553 alentaron la construcción del templo que fue terminado en 1618.
El 23 de septiembre de 1594 se colocó el Santísimo y la imagen de la Virgen del Socorro, que perteneció al conquistador Pedro de Valdivia y es custodiada a perpetuidad por la Orden de los Frailes Menores en Chile.
En 1929, siendo ministro provincial fray Luis Orellana y Arzobispo de Santiago Mons. Crescente Errázuriz, se funda la parroquia en la iglesia San Francisco para responder a la atención espiritual y sacramental de los habitantes de Santiago.
La comunidad franciscana ha guiado la actividad pastoral y la acogida de los fieles, en especial de la gente de calle y migrantes.
El 6 de julio de 1951, el conjunto arquitectónico, conformado por la iglesia y el convento, fue declarado Monumento Nacional de Chile.