Las intensas lluvias que caen en estos días en Ciudad de México han evidenciado la falta de cuidado que sufren los históricos templos católicos de la capital mexicana, mientras que los sacerdotes denuncian que la irresponsabilidad y la burocracia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador favorecen los daños.
En diversos puntos de la ciudad, templos con siglos de antigüedad, que tienen en su interior joyas artísticas invaluables, exhiben los daños del tiempo y del clima, mientras que otros muchos permanecen en las mismas condiciones en las que los dejó el sismo de 7.1 grados que sacudió el centro de México en septiembre de 2017.
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Para el P. Hugo Valdemar, canónigo penitenciario de la Arquidiócesis de México, los daños en los templos no son a causa de los fenómenos naturales, sino "de la criminal irresponsabilidad del gobierno federal y la Secretaría de Cultura que no hacen nada para dar mantenimiento a estas joyas arquitectónicas que, cabe decir, no son de la Iglesia Católica, sino que son propiedad de la Nación y Patrimonio de la Humanidad".
Las lluvias llegaron a afectar en los últimos días el Sagrario Metropolitano de México, templo adjunto a la Catedral de Ciudad de México, dejando pisos y otras áreas inundados.
En México los tempos construidos hasta 1992 son propiedad del gobierno. Recién a partir de ese año, en que se restablecieron las relaciones con el Estado, la Iglesia puede poseer templos.
Los daños en el Sagrario Metropolitano, para el P. Valdemar, se deben "al cáncer de la burocracia y de la corrupción de las instancias del gobierno".
"Llevamos años advirtiendo de los daños, de los riesgos y solo responden con promesas y proyectos que nunca se llevan a cabo".
El P. Valdemar, que durante 15 años fue vocero de la Arquidiócesis de México, recordó que en el siglo XIX el gobierno mexicano "cometió un verdadero latrocinio al confiscar sin indemnizar, los bienes de la Iglesia".
"Le robaron no a la Iglesia Católica sino al Pueblo de Dios lo que a lo largo de los siglos construyó con tantos sacrificios para dar gloria a Dios", lamentó.
"Y ahora ese gobierno pretende que la Iglesia restaure lo que legalmente es de ellos, y si queremos intervenir directamente no nos lo permiten", añadió.
La Arquidiócesis de México anunció este 19 de septiembre que se firmaron 9 contratos y convenios de la mano del gobierno federal y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para "iniciar la restauración en inmuebles religiosos de algunos pueblos originarios".
Además se firmarán "en las próximas semanas otros diez contratos".
Sin especificar cifras, la Arquidiócesis añadió que se han terminado proyectos ejecutivos "de varios inmuebles". "Terminados los proyectos se podrán realizar las licitaciones correspondientes", indicó.
Por su parte, el P. Alberto Medel, secretario de la VIII Vicaría de la Arquidiócesis de México, "San Juan Bautista", lamentó que en esa zona del sur de la capital mexicana la situación de los templos "es prácticamente la misma" a dos años del sismo.
"Y digo prácticamente, porque en realidad se le ha sumado el deterioro de las inclemencias del tiempo. En esta zona de la ciudad llueve mucho, y eso ha significado un deterioro en los templos, pues no han sido resguardados suficientemente", dijo a ACI Prensa.
El P. Medel recordó que "el auxilio inmediato" que recibieron los templos mexicanos "fueron lonas, que se colocaron en algunos techos de los templos. Fuera de eso, prácticamente no se ha hecho más. Ni siquiera se han apuntalado. Tal cual como quedaron el día del sismo es como se encuentran hoy".
El sacerdote indicó que desconocen la razón por la que el proceso de reconstrucción ha avanzado tan lentamente, pues "las gestiones corresponden al gobierno. La Iglesia, desde la Arquidiócesis de México, ha tratado de movilizar lo que está en sus posibilidades para que se atienda la afectación de los templos".
"Las autoridades han convocado a muchas reuniones donde se ha dicho de todo sobre la reconstrucción, pero en la práctica no ha sucedido mucho. Muchos templos se han visitado hasta cuatro, cinco, seis veces, autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) o de alguna otra institución encargada del patrimonio cultural pero todo ha quedado en eso".
"Que nosotros, que la Iglesia, los sacerdotes o las comunidades por sus propios medios y recursos hagan algo a los templos constituiría un delito. Por esta razón no podemos hacer prácticamente nada", lamentó.
El sacerdote mexicano reiteró su pedido a las autoridades para que "agilicen los trámites burocráticos y los estudios que se tengan que hacer para que puedan atender esta necesidad, porque estos edificios más que ser lugares históricos o culturales son el corazón, el alma de estos pueblos originarios, que tienen la fe católica y que celebran su fe en torno a estos lugares, y les hacemos un urgente llamado".