El Papa Francisco ofreció un discurso a las autoridades de Mauricio, a los representantes de la sociedad civil y al cuerpo diplomático destacado en el país insular antes de regresar a Roma y finalizar el viaje apostólico que, desde el 4 de septiembre, le ha llevado también por Mozambique y Madagascar.

En su discurso, pronunciado en el Palacio Presidencial, donde también se reunió con el Presidente del país y el Primer Ministro, el Pontífice habló sobre migración, democracia, desarrollo económico y diálogo interreligioso.

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En concreto, el Papa pidió a las personas con responsabilidad política, económica y social en el país que no sucumban "a la tentación de un modelo económico idólatra que siente la necesidad de sacrificar vidas humanas en el altar de la especulación y la mera rentabilidad".

Migrantes

El Santo Padre recordó que uno de los pilares fundacionales de Mauricio es la migración. "Toda la historia de vuestro pueblo nació con la llegada de migrantes de diferentes horizontes y continentes, portadores de sus tradiciones, su cultura y su religión, y que aprendieron, poco a poco, a enriquecerse con la diferencia de los demás y a encontrar los medios para vivir juntos, buscando construir una hermandad preocupada por el bien común".

Por lo tanto, "el ADN de vuestro pueblo guarda la memoria de estos movimientos migratorios que condujeron a vuestros antepasados a esta isla y que también los llevaron a abrirse a las diferencias para integrarlas y promoverlas por el bien de todos".

"Es por eso que os aliento, en fidelidad a vuestras raíces, a asumir el desafío de dar la bienvenida y proteger a los migrantes que vienen hoy para encontrar un trabajo y, para muchos de ellos, mejores condiciones de vida para sus familias".

Democracia

El Papa quiso concretar más y se centró en la historia reciente del país: "Quisiera recordar la tradición democrática instaurada después de la independencia y que contribuye a hacer de la isla Mauricio un oasis de paz".

En su discurso, el Pontífice mostró su deseo de que "este estilo de vida democrático pueda ser cultivado y desarrollado, especialmente luchando contra todas las formas de discriminación".

"Que vosotros, que estáis comprometidos en la vida política de la República de Mauricio, podáis ser un ejemplo para quienes confían en vosotros, especialmente para los jóvenes. Por vuestra actitud y disposición para luchar contra todas las formas de corrupción, que podáis manifestar la grandeza de vuestro compromiso al servicio del bien común y ser siempre dignos de la confianza que os dan vuestros conciudadanos".

Desarrollo económico

El desarrollo económico fue otro de los temas tratados por Francisco. Recordó que "desde su independencia, vuestro país experimentó un fuerte desarrollo económico del cual, sin duda, debemos alegrarnos, a la vez que estar atentos".

"En el contexto actual, a menudo parece que el crecimiento económico no siempre beneficia a todos y que incluso deja a un costado –por ciertas estrategias de su dinámica– a un cierto número de personas, especialmente a los jóvenes".

Por esa razón, "me gustaría animaros a promover una política económica orientada hacia las personas y que sepa privilegiar una mejor distribución de los ingresos, la creación de oportunidades de empleo y una promoción integral de los más pobres".

El Papa invitó "a no sucumbir a la tentación de un modelo económico idólatra que siente la necesidad de sacrificar vidas humanas en el altar de la especulación y la mera rentabilidad, que sólo toma en cuenta el beneficio inmediato en detrimento de la protección de los más pobres, de nuestro medio ambiente y sus recursos".

Dicha conversión no sólo trata de "evitar terribles fenómenos climáticos o grandes desastres naturales, sino que también busca promover un cambio en los estilos de vida para que el crecimiento económico realmente pueda beneficiar a todos, sin correr el riesgo de causar catástrofes ecológicas ni graves crisis sociales".

Diálogo interreligioso

Por último, el Papa Francisco habló del diálogo interreligioso que se da en Mauricio, un país en el que conviven las diferentes confesiones cristianas con otras religiones, como el hinduismo y el islam.

El Santo Padre alabó el modo en que "las diferentes religiones, con sus respectivas identidades, trabajan mancomunadamente para contribuir a la paz social y recordar el valor trascendente de la vida contra todo tipo de reduccionismo".

En ese contexto, reiteró "la disposición de los católicos en Mauricio de continuar participando en este diálogo fecundo que ha marcado con tanta fuerza la historia de vuestro pueblo. Gracias por vuestro testimonio".