Luego de que un empleado de un centro de eventos cristiano se opuso a organizar un matrimonio de raza mixta en Misisipi (Estados Unidos) citando supuestas creencias cristianas, un reconocido escritor y doctor en filosofía católico comentó que "el matrimonio es una institución daltónica", refiriéndose a que no hace distinción de razas.
"Un hombre y una mujer, independientemente de su raza, pueden unirse como un solo cuerpo como marido y mujer, y esa unión matrimonial puede dar lugar a una nueva vida y conectar esa vida con su madre y su padre", dijo Ryan T. Anderson, PhD, a CNA–agencia en inglés del Grupo ACI–.
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Anderson ha realizado investigaciones y publicado libros sobre temas como el matrimonio, libertad religiosa y bioética. Es miembro de la Fundación Heritage, que formula y promueve políticas públicas para defender los valores tradicionales; es editor de Public Discourse, el periódico digital del Instituto Witherspoon; y docente para la Beca de Enseñanza San Juan Pablo II sobre el Pensamiento Social en la Universidad de Dallas.
El experto recordó que la raza no es relevante para la naturaleza del matrimonio, y que ésta no anula ninguno de los requisitos para que un matrimonio sea válido.
Sus comentarios se producen después de que una mujer a cargo de un local de bodas en Mississippi se disculpara esta semana por haberse negado a organizar la boda de una pareja de raza mixta, algo que, según ella, violaba su "creencia cristiana".
Según el Washington Post, un novio de raza negra y una novia de raza blanca habían programado la celebración de su boda en el Boone's Camp Event Hall en la ciudad de Booneville. La pareja estaba culminando el proceso cuando el local se negó a organizar el evento.
La madre del novio y su hermana, LaKambria S. Welch, fueron al lugar en busca de respuestas. En un video de la conversión con el funcionario del local, publicado por primera vez por el sitio web Deep South Voice, se puede escuchar a Welch haciendo preguntas sobre la cancelación a una mujer que llevaba puesto una camisa gris.
"Bueno, no hacemos bodas gay o de raza mixta. Debido a nuestra raza cristiana, me refiero a nuestra creencia cristiana", dijo la mujer en el video.
Welch respondió que ella también es cristiana, y le preguntó en qué parte de la Biblia provenía su creencia.
"Bueno, no quiero discutir mi fe", recibió como respuesta.
Después de que el video se difundió en redes sociales, el local emitió una disculpa que, aparentemente, fue eliminada. Según The Washington Post, la disculpa fue escrita por la mujer del video, quien dijo que no sabía que la Biblia no condenaba los matrimonios mixtos.
El incidente generó fuertes críticas en redes sociales, así como de las autoridades de la ciudad de Booneville, que dijeron en Facebook que estaban "al tanto de los comentarios" y que "no discriminan por motivos de raza".
El Catecismo de la Iglesia Católica no se opone a los matrimonios de raza mixta. De hecho, cuando el Catecismo habla de "matrimonios mixtos", se refiere a parejas de credos distintos, por ejemplo, un católico que se casa con un protestante.
El Catecismo y otros documentos católicos no mencionan los matrimonios de raza mixta como inmorales por ningún motivo.
La Iglesia Católica enseña que el sacramento del matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer.
Anderson aclaró que el matrimonio de raza mixta difiere del matrimonio entre personas del mismo sexo, porque el sexo biológico de las personas involucradas es directamente relevante para la naturaleza del matrimonio, a diferencia de su raza.
Explicó que, como la Iglesia Católica está preocupada por el bien de los cónyuges, los hijos y la sociedad en general, ésta enseña que el matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer.
"Solo un hombre y una mujer pueden unirse como una sola carne, y cada niño tiene una madre y un padre. Entonces, por una buena razón, el matrimonio se trata de unir las dos mitades de la humanidad, hombre y mujer, por un bien común en el que participan y que, a su vez, beneficia al bien común general", aseguró.
El Catecismo precisa que "la alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole, fue elevada por Cristo Nuestro Señor a la dignidad de sacramento entre bautizados".
Luego, agrega que los hombres y las mujeres deben entregarse mutuamente en el matrimonio de manera libre, total y fructífera, lo que significa que la pareja debe estar abierta a la vida. El sacramento del matrimonio también "exige de los esposos, por su misma naturaleza, una fidelidad inviolable".
Sin embargo, para una pareja del mismo sexo el matrimonio es imposible según las enseñanzas de la Iglesia Católica, porque los actos sexuales entre estas personas "son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso", precisa el Catecismo.
El Catecismo enseña que las personas con atracciones del mismo sexo "deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza", y "mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana".
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.