El Papa Francisco visitó en privado la Casa Mateo 25, un lugar donde diversas congregaciones religiosas asisten a los más necesitados en Mozambique.
La visita se realizó luego del encuentro que sostuvo con los obispos, los sacerdotes, religiosos y seminaristas del país en la Catedral de la Inmaculada Concepción.
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A su llegada, el Papa Francisco fue recibido por tres niños y el presidente de Mozambique, Filipe Jacinto Nyusi Luego, mientras un coro entonaba un canto para el Pontífice.
Impagable el trabajo de los misioneros en #Mozambique.
- Eva Fernández (@evaenlaradio) September 5, 2019
Un ejemplo es la #CasaMateo25, que ofrece apoyo a los más pobres, a los que viven en las calles de #Maputo.
El viaje del #Papa lo está confirmando.
Y los más felices, como siempre, los niños.@COPE @OMP_ES @TRECE_es pic.twitter.com/iXqRnLFlrE
Ya en el interior de la casa y cerca de la capilla donde se colocó una placa conmemorativa, lo esperaban tres religiosas y un sacerdote que hacen parte de la coordinación de la obra. El Papa rezó brevemente allí y luego recibió como regalo una cruz y un cuadro de parte de quienes reciben ayuda en la casa.
A continuación el Santo Padre dejó obsequió a la casa una réplica de la Virgen de las Lágrimas, una advocación que surgió en Siracusa (Italia), donde una imagen del Corazón Inmaculado de María derramó lágrimas.
El hecho se produjo en 1953, en la casa del humilde matrimonio de Angelo Lannuso y Antonina Lucia Giusti, quienes tenían la imagen de yeso con relieve que colgaba encima del lecho matrimonial y que derramó lágrimas entre el 29 de agosto y el 1 de septiembre.
La imagen era un regalo de bodas y, cuando lloró, la primera en verla fue Antonina que estaba embarazada de su primer hijo. El 12 de diciembre de 1953, día en que la Iglesia celebra a la Virgen de Guadalupe, los obispos de la región de Sicilia unánimemente declararon que efectivamente la imagen de la Madre de Dios había llorado.
Después de saludar personalmente a quienes son atendidos en la Casa Mateo 25, el Papa Francisco se dirigió a la Nunciatura donde es acogido por los jesuitas de Mozambique.
La Casa Mateo 25
La Casa Mateo 25 se abrió el 19 de julio de 2018 y toma su nombre de la constante invitación que hace el Papa Francisco para vivir lo que dice el Evangelio de Mateo en el capítulo 25. Para el Santo Padre allí se encuentra "el protocolo según el cual seremos juzgados".
A partir del versículo 31, el Evangelio dice que cuando "el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos los ángeles" juzgará a todos enviando al Reino de Dios a quienes obraron con misericordia y al "fuego eterno" a quienes no.
"Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme", indican los versículos 35 y 36.
Con esta consigna, quienes sirven en la Casa Mateo 25 se entregan generosamente a ayudar a un grupo de entre 70 y 120 personas a diario como niños de la calle, personas sin techo, drogadictos y enfermos.
Cuando sirven a los niños, los que se encargan de la ayuda también les ofrecen una breve catequesis sobre una parábola del Evangelio o la vida de un santo.
Algunas de las congregaciones que sirven en esta casa son las Hijas de la Caridad de San Vicente, los Salesianos, las Hijas de María Auxiliadora, las Hermanas Concepcionistas, la Congregación de la Misión, los Misioneros Franciscanos de María y la Comunidad de San Egidio.