La Diócesis de Maidiguri (Nigeria), fue una de las más saqueadas por el grupo terrorista Boko Haram. El Obispo local, Mons. Dashe Doeme, agradeció la colaboración de Ayuda a la Iglesia Necesitada en la reconstrucción de la catedral y de tantas iglesias y capillas que han hecho posible que vuelva la normalidad.
La diócesis de Maiduguri, al noreste de #Nigeria, ha sido una de las más castigadas por el grupo yihadista Boko Haram. Después de diez años de ataques y secuestros, Mons. Oliver Dashe hace balance: "El activo más valioso es la fe de la gente" https://t.co/rkZHSX6Y6U pic.twitter.com/48S3F8XVGK
- Ayuda a la Iglesia Necesitada (@AyudaIglesNeces) August 28, 2019
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El grupo terrorista Boko Haram lleva desde el año 2009 sembrando el terror en Nigeria con el objetivo de instaurar un estricto Estado Islámico especialmente en el norte del país.
Desde hace 10 años no han cesado los ataques a aldeas enteras, el asesinato y la mutilación de la población y el bombardeo de iglesias y lugares públicas, así como el secuestro especialmente de mujeres y niñas para forzarlas a la conversión al islam.
En declaraciones a Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), el Prelado dijo que durante los últimos diez años "la Iglesia de la diócesis de Maidiguri ha padecido una severa persecución", "los miembros de esta secta islámica [Boko Haram] han causado una destrucción colosal de vidas y bienes".
Sin embargo, Mons. Doeme precisó que en los últimos tiempos "las cosas han mejorado mucho: muchos de nuestros desplazados han regresado a sus hogares ancestrales, la fe de los creyentes está fortaleciéndose y algunas de las estructuras destruidas han sido reconstruidas. A pesar de todo, damos gracias y alabamos a Dios por su misericordia y bondad para con nosotros".
De hecho, el pasado 10 de julio de 2019 se consagró de nuevo la Catedral de San Patricio de la Diócesis de Maidiguri, en el noreste del país, dañada por dos ataques con bombas en momentos diferentes de 2012 pero en los que no hubo que lamentar ninguna víctima.
"Sin embargo, la catedral, la residencia de los sacerdotes y las oficinas diocesanas se vieron gravemente afectadas por las explosiones. La consagración de la catedral recién reconstruida de la Diócesis de Maiduguri [el 19 de junio del 2019] es un claro signo de que Dios ha logrado la victoria para su pueblo, y marca el comienzo de recuperación de la crisis", aseguró Mons. Doeme.
"En el año 2014, más de la mitad de las zonas que pertenecen a nuestra diócesis estaban bajo el control de Boko Haram. En aquel momento, nunca hubiéramos imaginado que ahora tendríamos una nueva catedral en la ciudad de Maiduguri", señaló.
El Prelado también destacó el gran trabajo que han desarrollado los laicos que han permanecido en la diócesis durante este tiempo ya que, de hecho, fueron quienes reunieron "hasta tres cuartas partes de los fondos necesarios para la construcción de la nueva catedral. Agradecemos a la fundación pontificia ACN su apoyo. El activo más valioso que la Iglesia posee en medio de esta persecución es la fe de la gente".
Pero la catedral no fue la única en sufrir los ataques de Boko Haram. El seminario de Maidiguri "fue convertido por los terroristas en un campamento donde reunían a los reclutas y guardaban el botín de sus saqueos. Cuando dejaron atrás el seminario, incendiaron la mayor parte del complejo".
Actualmente, gracias a la ayuda de ACN ya se ha comenzado la reconstrucción del seminario junto con el centro de formación catequética, que fue destruido en 2014 y saqueado por los terroristas y dos conventos, dos hospitales, 15 escuelas misioneras, más de diez casas parroquiales y más de 250 iglesias o capillas.
El año más violento contra los cristianos fue el 2014, cuando "más de 25 sacerdotes fueron desplazados, más de 45 religiosas tuvieron que abandonar sus conventos, más de 200 catequistas fueron expulsados de sus lugares de trabajo y más de 100 mil católicos tuvieron que huir de sus hogares ancestrales" debido a Boko Haram.
Sin embargo, indicó que en los últimos años ha mejorado la seguridad y todos los sacerdotes han podido regresar a sus lugares de apostolado.
"De las 44 parroquias y zonas pastorales que tenemos en la diócesis, sólo tres parroquias siguen sin funcionar debido a que son focos de ataques. Algunas de las religiosas han regresado a sus conventos, pero otras no han regresado porque sus conventos no han sido reconstruidos. Más del 90% de nuestros laicos han regresado a sus comunidades", afirmó el Obispo.
De esta manera, el Prelado agradeció la colaboración de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) y aseguró que "ha sido la columna vertebral de la Iglesia en nuestra diócesis. Sin el apoyo de ACN, la Iglesia en nuestra diócesis se habría colapsado hace mucho tiempo".