Tras la publicación de una encuesta destinada a descubrir las complicaciones asociadas al uso de abortivos químicos, se descubrió que cerca de la mitad de miembros de organizaciones proveedoras de aborto consideran que la píldora abortiva no es segura y el 35% admite que ha lesionado a mujeres.
Randall O'Bannon, PhD y director de educación e investigación de National Right to Life (Comité Nacional del Derecho a la Vida de Estados Unidos) escribió una columna para Life News explicando los resultados del estudio.
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"Los defensores han argumentado diligentemente que los abortos químicos son tan simples y seguros que las mujeres pueden realizarlos por su cuenta. Pero al mismo tiempo, muchos también han insistido en que las mujeres a la que se les 'niega' el acceso al aborto estarían en peligro si trataran de abortar por sí mismas", dijo el experto al inicio de su columna.
Las preocupaciones asociadas al uso de abortivos químicos se encuentran en el estudio titulado "Proveedores de aborto: Experiencias y opiniones sobre el aborto autopracticado con medicamentos, un estudio exploratorio", publicado el 16 de abril de 2019 en la Revista Contraception.
Entre julio y septiembre de 2017, investigadores de la Universidad de Iowa realizaron una encuesta en línea a los miembros de Society of Family Planning, Association of Reproductive Health Care Providers y Abortion Care Network, a quienes les preguntaron sobre sus experiencias y opiniones del "aborto autopracticado".
De los 650 encuestados, poco más de la mitad (55.1%) eran proveedores directos de aborto.
El 68.6% de los proveedores de aborto informaron tener experiencia con mujeres que intentan abortar por su cuenta, y de ellos, el 76.1% habían conocido a mujeres que usaron misoprostol y/o mifepristona, medicamentos usados para realizar abortos que se venden actualmente en los Estados Unidos, pero que solo están disponibles legalmente a través de un proveedor de aborto que cumple con ciertas condiciones establecidas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
"En la encuesta de la Universidad de Iowa, apenas la mitad (53.3%) dijeron que pensaban que el uso de misoprostol y mifepristona para autopracticarse un aborto era seguro. Eso significa que casi la mitad de los que abortaron no estaban satisfechos de que fuera seguro para las mujeres usar drogas para realizar sus propios abortos", indicó O'Bannon.
Luego, dijo que "más de un tercio (34.9%) dijeron que habían sido testigos de complicaciones del aborto autopracticado". "La complicación más común fue un aborto incompleto, pero también se informó hemorragia, sepsis (infección) y ruptura uterina", agregó.
O'Bannon explica que una cosa obvia del estudio es que el "aborto incompleto" se mencionó "con tanta frecuencia como una posible complicación, que el tema es claramente un problema mucho mayor de lo que sus defensores nos hacen creer".
"Si las estadísticas oficiales de Danco, el distribuidor estadounidense de mifepristona son precisas (que afirman una efectividad del 93-98%), esto todavía significa que quizás uno de cada 20 pacientes puede requerir cirugía para detener el sangrado o completar el aborto. En realidad, este sería un gran número de casos para un medicamento que, según nos dicen, es utilizado por cientos de miles de mujeres estadounidenses al año", acotó el experto.
Asimismo, destacó que a partir de las cifras proporcionadas, no se puede saber con precisión el porcentaje de pacientes con abortos autopracticados que tuvieron problemas.
"Pero sí sabemos que eran lo suficientemente frecuentes como para que al menos un tercio de los abortistas en la encuesta los encontraran lo suficientemente graves como para que casi la mitad de los abortistas no estuvieran dispuestos a decirle a los investigadores que lo consideraban seguro", dijo O'Bannon.
Según el especialista, tras el último informe "postmarketing" de la FDA sobre la mifepristona, desde su aprobación en el año 2000, "ha habido más de cuatro mil casos en los que se ha informado de un acontecimiento adverso" que "incluye más de mil hospitalizaciones, más de 500 pacientes que requieren transfusiones y más de 400 'infecciones graves'"; así como 24 muertes durante ese tiempo y al menos un tercio de infecciones bacterianas raras.
"No importa cuántos miles lograron soportar el agotador y doloroso proceso de las medicamentos sin ningún daño obvio inmediato o duradero, si tal número de mujeres murieron o enfrentaron complicaciones graves, es una clara indicación de que los medicamentos son potencialmente bastante peligrosos", comentó O'Bannon.