En la fiesta de San Ramón Nonato y 225º aniversario fundacional de la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán (Argentina), los fieles pidieron al patrono de la vida que interceda no solo por las madres embarazadas y las que esperan estarlo, sino también por una vida con dignidad para el pueblo argentino.
El 31 de agosto se realizó un Te Deum presidido por el Obispo local, Mons. Luis Antonio Scozzina. Actividad a la que asistieron sacerdotes, autoridades locales y políticos.
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En su homilía Mons. Scozzina dijo que la celebración se da "en un momento muy delicado en la vida de nuestro pueblo y en el camino democrático de nuestra patria", por lo que "urge una oración más confiada en la intercesión de nuestro santo patrono".
En ese sentido, el Obispo de Orán pidió a San Ramón Nonato que conceda al "pueblo y dirigentes políticos, la sabiduría de la escucha y la capacidad de acogida al clamor de los pobres y excluidos, para que nos comprometamos en la construcción de la justicia, la paz y la solidaridad".
Pero también, expresó que el "sentido de fe y de trascendencia es uno de los valores más significativos de nuestro pueblo pobre y humilde" que "sabe permanecer de pie con fortaleza y paciencia, a pesar de las angustiosas situaciones económicas y sociales".
Aun así, urge "escuchar el clamor de hermanos nuestros que viven en la indigencia y en la falta de posibilidades a una vida digna, sometidos a situaciones que reclaman nuestra mirada misericordiosa y nuestra solidaridad. Nuestro pueblo vive desafíos que afectan la plena realización humana y el logro del bien común", aseguró Mons. Scozzina.
El Obispo de Orán explicó que "para que haya una sociedad con igualdad de posibilidades es necesario generar las condiciones de un desarrollo humano integral, es decir, donde cada familia tenga posibilidades a un trabajo digno, de un techo habitable; donde se fomente a que los emprendedores generen fuentes de trabajo que garanticen un desarrollo sustentable cuidando de la creación".
Antes de finalizar, Mons. Scozzina afirmó que están "constreñidos por un sinnúmero de limitaciones que amenazan con hacernos perder la paz y la esperanza". Por ello, "la misión de los actores políticos y sociales es escuchar el clamor de los pobres. Es buscar y encontrar mediaciones y estrategias para ir realizando en el tiempo esos anhelos y clamores de nuestra sociedad", expresó.
En cuanto a la celebración, las madres embarazadas, bebés y papás llegaron muy temprano al Santuario de San Ramón Nonato alentados por el lema "Junto a San Ramón celebramos la vida".
Durante toda la jornada se celebraron varias Misas para agradecer el don de la vida y pedir por ella. Una de las Eucaristías estuvo dedicada a los mensajeros de la vida y fue presidida por el Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina, Cardenal Mario Poli.
El Cardenal Poli pidió a los fieles recordar que Dios los ama "en cualquier circunstancia de la vida, donde te encuentres, esperando al hijo que todavía no viene, ya embarazada y con el temor de tenerlo, ante las enfermedades de los hijos". "Él siempre quiere la vida", sostuvo.
En ese sentido, insistió que "Su amor, el amor por la vida de cada uno de nosotros, el amor que estás engendrando, el amor de la vida que estás esperando es incondicional, gratuito", es "el amor del Señor un amor de todos los días, discreto y respetuoso. Amor de libertad y para la libertad. Amor que cura y que levanta".
Durante toda la jornada, las embarazadas, los niños, quienes anhelan tener un hijo y los obstetras y parteras, recibieron una bendición especial.
