El Obispo de Ciudad de Quesada (Costa Rica), Mons. José Manuel Garita Herrera, condenó la trata de personas y exhortó a respetar la dignidad y libertad del ser humano, frente a esta práctica que destruye la corona de la creación de Dios.
"¡Basta! ¿Qué queremos hacer con la humanidad? ¿Por qué destruimos la corona de la creación que es el ser humano? Muchos son los males que nos aquejan en el mundo", cuestionó.
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A través de su reciente mensaje semanal "Fermento", el Prelado recordó que la dignidad y libertad son "dos rasgos característicos de la persona humana, creada por el Señor, dos dones que Él nos ha dado para que cumplamos su voluntad, y para que fieles a ella seamos felices".
Además, comentó que "la imagen divina está presente en todo hombre. Resplandece en la comunión de las personas a semejanza de la unidad de las personas divinas entre sí".
"No obstante, cuando otra realidad se apodera del hombre, distinta a lo que sea defender su humanidad y su libertad, se comete pecado grave contra Dios y desde luego contra nuestros hermanos", enfatizó.
Asimismo, explicó que el Catecismo nos revela solo una parte del "misterio que encierra la grandeza del ser humano", el que ha sido "creado a imagen y semejanza de Dios", donde también se señala que "en virtud de su alma y de sus potencias espirituales de entendimiento y de voluntad, el hombre está dotado de libertad, signo eminente de la imagen divina".
De esta manera, Mons. Garita recordó que el pasado 30 de julio se celebró el Día Mundial contra la Trata de Personas y animó a tomar conciencia sobre el valor y respeto de la dignidad humana, así como a denunciar cualquier atentado contra la misma.
"Debemos condenar este tipo de actos y tomar mayor conciencia del grave daño que hacemos a la creación de Dios, al destrozar tan vilmente a las personas mediante la trata", afirmó Mons. Garita.
En aquella fecha, el Papa Francisco también se pronunció a través de su cuenta de Twitter. "Oremos para que el Señor libere a las víctimas de la trata, y para que nos ayude a responder activamente al grito de socorro de tantos hermanos y hermanas privados de su dignidad y libertad", escribió el Pontífice, quien además pidió que la trata personas sea considerada un crimen de lesa humanidad.
En esta línea, indicó a que según la ONU "el 58% de las víctimas detectadas son explotadas sexualmente: 96%, de las cuales son mujeres. Por su lado, el 32% son obligadas a trabajos forzados, de este dato 33% son hombres, 26% mujeres, 24% niñas y 17% niños. Además, hay un 10% para otros propósitos como mendigar dinero en las calles y adopción ilegal".
