En el marco del Mes de la Solidaridad en Chile, la comunidad de la Catedral de Temuco abrió sus puertas para acoger con un almuerzo a 25 personas en situación de alta vulnerabilidad.
El 14 de agosto asistieron hasta el lugar algunas personas sintecho, con enfermedades graves, que viven en soledad, entre otras situaciones; para compartir con los laicos y el Obispo de Temuco, Mons. Héctor Vargas.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El párroco del Sagrario, P. Juan Andrés Basly, explicó que se acercaron "al mundo del sufrimiento, del dolor" luego de ver a "tantos hermanos en la calle" que piden alimento y cuyo "refugio es el atrio de la catedral"; piden "una monedita", o alojan en las entradas de los bancos o multitiendas".
Esta inquietud alentó a la comunidad a realizar el almuerzo en la catedral que es "la casa de todos y que debe estar abierta para a los predilectos del Señor es decir a los más pobres", manifestó el sacerdote.
Además de recordar los gestos del Papa Francisco hacia los más pobres, el P. Basly dijo que como comunidad quisieron encarnar las palabras de Jesús: "Cuando tuve hambre ustedes me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, fui forastero y ustedes me recibieron…", Mt. 25,35.
"Estas palabras son muy exigente y ciertas, por eso hemos querido realizar este signo concreto, bonito de acercarnos a estos hermanos que sufren y ser solidarios como nos manda el Evangelio; si queremos hacer realidad y construir el Reino de Dios, debemos hacer gestos concretos de fraternidad, y de amor al prójimo compartiendo de nuestra pequeñez procurando ser más humanos y solidarios".
"Hoy hemos querido hacernos con el buen samaritano a invitar a tantos hermanos que están a la orilla del camino y que a veces no los queremos ver. Hoy nos hemos acercamos a nosotros a vivir esta experiencia también con ellos. Es primera vez que se hace aquí en la Catedral. Y estamos muy felices Dios quiera que continuemos viviendo este gesto de solidaridad", agregó.
A su turno, Mons. Héctor Vargas expresó: "yo creo que el Señor ha abierto hoy día las puertas de su casa para acogerlos y la mayoría lo ha expresado en esas palabras. Venimos a la casa de Dios, que es la casa de todos, así me lo han dicho".