El Papa Francisco aseguró que la posibilidad de ordenar "viri probati", hombres ancianos y casados de probada virtud que puedan compensar la ausencia de sacerdotes en determinadas regiones, no será un tema principal dentro del próximo Sínodo de los Obispos sobre la Amazonía que se celebrará en octubre en Roma.
En una entrevista publicada este viernes 9 de agosto en el diario italiano La Stampa, el Santo Padre negó que este vaya a ser uno de los temas principales del Sínodo: "Absolutamente no: simplemente es un número del Instrumentum laboris. Lo importante serán los ministros de la evangelización y los diferentes modos de evangelizar".
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En la entrevista, el Pontífice afirmó que el este evento, que se realizará del 6 al 27 de octubre, "es hijo de la Laudato si'. Quien no la haya leído nunca comprenderá el Sínodo de la Amazonía".
Francisco subrayó que "la Laudato si' no es una encíclica verde, es una encíclica social que se basa en una realidad 'verde', la custodia de la Creación".
Además, destacó que la razón por la que se ha decidido centrar el Sínodo en la Amazonía es por el carácter emblemático de este espacio natural. "Es un lugar representativo y decisivo. Junto con los océanos contribuye de manera determinante a la supervivencia del planeta".
"Gran parte del oxígeno que respiramos llega de allí. Es por ello por lo que la deforestación significa matar a la humanidad".
También afirmó que los grandes obstáculos en la protección de la Amazonía son "las amenazas a la vida de las poblaciones y del territorio derivada de intereses económicos y políticos de sectores dominantes de la sociedad".
Pidió a los poderes políticos que eliminen su complicidad con esos poderes y con la corrupción. "Deben asumir sus responsabilidades concretas, por ejemplo, en temas que afectan a la minería a cielo abierto, que envenenan el agua provocando muchas enfermedades", señaló.
El Papa reconoció que lo que más teme de la degradación medioambiental es "la desaparición de la biodiversidad" y la aparición de "nuevas enfermedades letales". En definitiva, "una deriva y una devastación de la naturaleza que puedan llevar a la muerte a la humanidad".