El Arzobispo de Nueva York, Cardenal Timothy Dolan, informó que el Cardenal Ernest Simoni, que estuvo 28 años encarcelado por su fidelidad a la Iglesia y por haber celebrado una Misa por la muerte del presidente John F. Kennedy, está de visita en la ciudad estadounidense.
Meet Cardinal Simoni. Cardinals wear red to signify a willingness to spill our blood for the faith; he did, spending 28 years in an Albanian prison for the "crime" of celebrating Mass for the soul of JFK. Welcome to NYC, Cardinal Simoni! pic.twitter.com/OTgPwNIBvs
- Cardinal Dolan (@CardinalDolan) August 5, 2019
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"Tengo el honor de presentarles desde mi casa al Cardenal Ernest Simoni, de Albania. Él fue creado Cardenal por el Papa Francisco hace tres años, en reconocimiento del sufrimiento que padeció bajo los comunistas" en ese país europeo, dijo el Cardenal Dolan en un video publicado el 5 de agosto en su cuenta de Twitter.
El Cardenal Dolan explicó que el Cardenal Simoni "era un sencillo y trabajador sacerdote en Albania cuando el Papa Pablo VI pidió que las Misas sean ofrecidas por el alma de John F. Kennedy luego de su asesinato. Él ofreció la Misa por Kennedy y lo encerraron".
Kennedy fue asesinado el 22 de noviembre de 1963, luego de recibir varios disparos durante su visita a Dallas, en el estado de Texas.
El Arzobispo de Nueva York recordó que el régimen comunista de Albania puso al P. Simoni "en un campo de trabajo, en una prisión. Sobrevivió, él dice que fue con la ayuda de Jesús y María, y luego el Papa Francisco lo hizo cardenal para reconocerle el hecho que sufrió mucho por la fe".
El Cardenal Dolan llamó "confesor de la fe" al Cardenal Simoni, ya que fue alguien que vivió "la fe en un ambiente donde hay persecución, y eso es lo que hizo mi hermano cardenal".
"Me contaron que cuando estuvo con el Cardenal Giuseppe Betori, Arzobispo de Florencia, los niños le preguntaban por qué el Cardenal Simoni usaba esa ropa de color rojo. El Cardenal Betori les dijo que es porque un cardenal debe estar dispuesto a derramar su sangre por la fe. Este hombre (el Cardenal Simoni) derramó su sangre no al punto de morir, sino que pudo seguir viviendo. ¡Te amamos mi hermano!", prosiguió el Cardenal Dolan.
En italiano y dirigiéndose al Cardenal Simoni, el Cardenal Dolan dijo: "Gracias por tu visita. Gracias por el don de los albaneses aquí en el país. Ellos realmente son un don. Gracias".
El testimonio del Cardenal Simoni
En septiembre de 2014 el Papa Francisco visitó Albania y escuchó el testimonio del entonces P. Ernest Simoni, tras lo cual se acercó a él y lloró.
En 1944 las autoridades comunistas trataron de eliminar al clero y el cristianismo. Tras siete años de arrestos, torturas y asesinatos, reunieron a los sacerdotes y les ofrecieron dejarlos tranquilos a cambio de distanciarse del Vaticano. Los presbíteros rechazaron la oferta.
El P. Simoni recordó que antes de ordenarse sacerdote estudió con los franciscanos de 1938 hasta 1948, pero cuando sus superiores fueron fusilados, debió seguir sus estudios clandestinamente. Fue ordenado en 1956.
El 24 de diciembre de 1963 al concluir la Misa de Vísperas de Navidad, cuatro oficiales le presentaron el decreto para su arresto y fusilamiento. Fue esposado y detenido. En el interrogatorio le dijeron que sería ahorcado como un enemigo porque dijo al pueblo "que moriremos todos por Cristo de ser necesario".
Las torturas lo dejaron muy mal. Sin embargo, "el Señor quiso que continuara viviendo", recordó el Cardenal Simoni.
Entre los cargos que le imputaron figuraba haber celebrado la Misa por el alma del presidente John F. Kennedy.
"La Divina Providencia ha querido que mi condena a muerte no fuese llevada a cabo enseguida. En la sala trajeron a otro prisionero, un querido amigo mío, con el propósito de espiarme, el empezó a hablar mal contra el partido", relató el sacerdote al Papa Francisco en 2014.
Los comunistas cambiaron su condena a muerte por 28 años de trabajos forzados. "He trabajado en los canales de aguas negras y durante el periodo de prisión he celebrado la Misa, he confesado y distribuido la comunión a escondidas", recordó
En 1973 el P. Simoni fue nuevamente condenado a muerte acusado de instigar a la rebelión, pero sus compañeros de cárcel atestiguaron a su favor y la pena no fue cumplida. Pasó dieciocho años en prisión hasta que fue liberado en 1981. Ejerció el sacerdocio de manera clandestina hasta la caída del régimen comunista en 1990.
El Papa Francisco lo creó cardenal en el Consistorio del 19 de noviembre de 2016, junto a otros 16 nuevos purpurados.