Los padres de una niña de cinco años en estado de coma intentan trasladarla de Londres (Reino Unido) a Italia, después de que los médicos británicos dijeron que cualquier tratamiento médico adicional es inútil y que se debe poner fin a su "tratamiento con soporte vital".
Tafida Raqeeb permanece en coma desde el 9 de febrero de 2019 tras sufrir una malformación arteriovenosa que provocó el estallido de un vaso sanguíneo en su cerebro. Sus padres señalaron que estaba "completamente sana" antes de la lesión.
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El 16 de julio los progenitores pidieron a la Corte Superior de Justicia de Inglaterra que le permitiera salir del país.
La malformación arteriovenosa que padece Tafida es una condición rara que puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo debido a vasos sanguíneos y arterias enredados. Su causa es desconocida y se cree que los vasos sanguíneos con malformación están presentes desde el nacimiento.
Esta enfermedad provocó en la niña un paro cardíaco y respiratorio, así como una lesión cerebral traumática. Los médicos del Royal London Hospital, donde se encuentra la menor, señalan que no hay posibilidad de que se recupere del coma.
Según el Barts Health NHS Trust (unidad organizativa del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido), que administra el Royal London Hospital, los médicos han determinado que "un tratamiento médico más invasivo es inútil". Sin embargo, dos médicos del hospital pediátrico L'Istituto Giannina Gaslini, en Génova, Italia, no están de acuerdo.
Estos últimos han pedido examinar a Tafida a través de una videollamada el viernes 19 de julio y aceptaron tratarla en Italia. No creen que padezca muerte cerebral.
La "muerte cerebral" generalmente se define como la pérdida irreversible de todas las funciones del cerebro, incluido el tronco cerebral, y se caracteriza por un coma, falta de reflejos y la incapacidad de respirar sin asistencia mecánica. Una vez que una persona ha sido declarada con muerte cerebral, no tiene posibilidad de recuperación y se considera clínicamente fallecida.
Una campaña en línea apoyada por la familia y que solicita al Royal London Hospital que Tafida sea transferida a L'Istituto Giannina Gaslini, insiste en que la niña no cumple con las condiciones clínicas de muerte cerebral y debe seguir recibiendo soporte vital.
"Después de una extensa cirugía cerebral en el hospital de King's College, los médicos informaron a sus padres que ella tenía muerte cerebral y consideraron que se hagan los preparativos para su funeral. Una prueba del tronco encefálico indicó que Tafida no cumplía con los requisitos de 'muerte cerebral', ya que hizo movimientos de jadeo y por eso no se le pudo extraer el respirador artificial", dice la campaña.
Desde entonces, Tafida permanece con un ventilador en el Royal London Hospital. Según la familia, un neurólogo la ha declarado en un "coma profundo", del cual comienza a salir. Sus padres dicen que puede abrir los ojos y mover las extremidades, además de poder tragar y reaccionar ante el dolor.
La madre de Tafida, Shelina Bergum, dijo que los médicos inicialmente propusieron someter a Tafida a una traqueotomía y permitirle regresar a casa para continuar la recuperación.
"El equipo médico ahora ha cambiado de opinión y quiere retirar la ventilación para poner fin a su vida", escribió Bergum como parte de otra campaña en línea organizada por la familia.
El caso de Tafida en Reino Unido es similar a los de Charlie Gard y Alfie Evans. En 2017, los médicos intentaron retirarle a Charlie Gard su respirador artificial, a pesar de los deseos de sus padres de trasladarlo a un hospital en la ciudad de Nueva York. Finalmente falleció en un hospicio a la edad de 11 meses, después de que se le sustrajo el soporte vital.
Menos de un año después, los padres de Alfie Evans también se opusieron a los intentos del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido de quitarle el respirador artificial, diciendo que deseaban trasladarlo a un hospital en Italia. El soporte vital de Alfie finalmente fue retirado y falleció cinco días después de estar respirando por su cuenta.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.