El último jueves, un coche bomba detonó cerca de una iglesia en la ciudad de Qamishli (Siria), dejando al menos doce personas heridas que salían del templo.
El atentado ocurrió el 11 de julio en la puerta de la iglesia ortodoxa de la Virgen María, en el distrito de al-Wasta, cuando varias personas salían del recinto alrededor de las 5:45 p.m. El Estado Islámico (ISIS) se ha adjudicado el ataque, así como otros atentados incendiarios en campos de trigo y coches bomba ocurridos recientemente.
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De acuerdo con AFP y otros medios locales, la puerta de metal de la iglesia sufrió ligeros daños por la explosión, pero el edificio quedó intacto.
Por su parte, el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos expresó que solo siete personas resultaron heridas, y que tres de ellas se encontraban en estado crítico. Además, que más de 80 combatientes fallecieron durante los enfrentamientos entre yihadistas y tropas del régimen sirio desde el 10 de julio en el noroeste del país.
La mayor parte de la ciudad, ubicada en el noreste de Siria, está bajo el control de las Fuerzas Democráticas de Siria, una milicia mixta kurda-árabe que cuenta con el apoyo de la coalición liderada por los Estados Unidos en la lucha contra el ISIS. Sin embargo, existen sectores de la ciudad que continúan bajo el control del gobierno sirio, el que sigue adjudicándose los ataques mortales en Siria.
De igual manera, el ISIS aún tiene presencia en el desierto de Badia, así como también en las zonas controladas por las Fuerzas Democráticas Sirias, lideradas por los kurdos, en el noreste y este del país.
Según informa AFP, la guerra en el país ha provocado la muerte de unas 370 mil personas y ha desplazado a millones desde el 2011.