Este 11 de julio falleció en una cama de hospital Vincent Lambert, un francés tetrapléjico de 43 años cuyos médicos de cabecera lo dejaron morir tras retirarle las máquinas de alimentación e hidratación.
La eutanasia no es legal en Francia, pero una ley de 2005 permite a los médicos abstenerse de usar tratamientos "desproporcionados". Lo que sí está permitido colocar al paciente en una sedación profunda hasta su muerte.
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Aquí todos los pormenores de este trágico suceso.
1. Vincent sufrió un trágico accidente en 2008
Vincent sufrió un daño cerebral severo tras un accidente en motocicleta ocurrido en 2008 en la ciudad de Chalons-en-Champagne, al noreste de Francia. Para los médicos su situación era irreversible.
Hasta julio de 2019 lo mantuvieron vivo con alimento y agua administrada por un tubo gástrico. Vincent podía respirar sin ayuda artificial y ocasionalmente abrió los ojos.
2. Hasta en tres oportunidades se autorizó desconectar el soporte de Vincent
La Corte de Casación de Francia, la más alta autoridad judicial del país, autorizó el viernes 28 de junio de 2019 que se le retire definitivamente el soporte vital a Vincent Lambert.
Antes de mayo de 2019, el hospital Chu de Reims ya había aprobado y luego detenido dos procedimientos para interrumpir los tratamientos. Uno fue presentado por el doctor Eric Kariger en 2013 y el otro por su sucesora, la doctora Daniela Simon, en 2015.
3. Hubo una disputa familiar por mantenerlo con vida
En el 2013 la esposa de Vincent, Rachel Lambert, y seis de los ochos hermanos del enfermo pidieron a los tribunales permitir que se le desconectaran los aparatos que lo alimentaban. Ante esto, los padres del paciente –católicos practicantes–, iniciaron una lucha legal para proteger la vida de su hijo y que llegó a la Corte Europea de Derechos Humanos (CEDH).
El lunes 1 de julio de 2019 la madre de Vincent pidió ayuda al Consejo de Derechos de los Discapacitados de Naciones Unidas para evitar la desconexión; sin embargo, al día siguiente, 2 julio, el jefe de la unidad de cuidados paliativos del hospital de Reims, Vincent Sanchez, ordenó la suspensión definitiva del tratamiento.
4. La Iglesia Católica se pronunció en varias ocasiones
La Iglesia Católica se ha pronunciado sobre este caso desde sus inicios. En julio de 2015, por ejemplo, los padres de Vincent recibieron un mensaje del Nuncio Apostólico que les transmitió la "profunda compasión del Santo Padre por la gran prueba" que debían enfrentar. Asimismo, envió su bendición y sus oraciones para que "tengan el coraje de enfrentar las pruebas que vendrán".
Asimismo, el 22 de mayo del 2019, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, y la Pontificia Academia para la Vida advirtieron que desconectar los soportes vitales es una "expresión de la cultura del descarte que selecciona a las personas más frágiles e indefensas".
El comunicado subraya que "la continuidad de la asistencia es un deber ineludible" y que "la suspensión del tratamiento representa, más bien, una forma de abandono del enfermo, fundamentada en un juicio despiadado sobre la calidad de la vida".
Hoy, 11 de julio de 2019, el Papa Francisco lamentó la muerte de Vincent y pidió que Dios lo "acoja en sus brazos". También pidió no construir "una civilización que elimina a las personas cuya vida consideramos que ya no es digna de ser vivida: toda vida humana tiene valor, siempre".