El presidente de la Comisión Episcopal de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) para las Migraciones, Mons. Guerino Di Tora, condenó el atentado ocurrido ayer contra un centro de detención para migrantes en Trípoli (Libia), y que ha dejado más de 40 fallecidos.
"Se trata de un acto deplorable de inhumanidad hacia las personas que ya están siendo perseguidas en estos campos de detención. Realmente se convierte en algo que se acerca a la locura", expresó el Prelado a Vatican News, quien además exhortó a "volver a ponernos en una actitud no sólo de atención sino de comprensión frente a ciertos problemas que afectan a toda la humanidad".
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En el bombardeo fallecieron 40 personas, mientras que 35 resultaron heridas, entre los que se encontraban mujeres y niños. De acuerdo con el diario español ABC, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha denunciado que esta es la segunda vez que el centro de detención de Tajura es atacado desde el mes de abril.
En ese sentido, Mons. Guerino denunció atacar a los migrantes que se encuentran recluidos en estos campos, donde muchas veces son masacrados como en verdaderos "campos de concentración", es "un acto de total inhumanidad".
"Llegar al punto del bombardeo, por mucho que este ataque también haya alcanzado otros objetivos, significa precisamente un acto de total inhumanidad ante el cual la conciencia no puede retroceder", aseveró.
De igual modo, el Prelado realizó un llamado a sentir que "somos parte de esta realidad", y que nadie debe decir que este "es un problema de los demás, que es culpa de la guerra en Libia". "Todos tenemos que ser conscientes de ello y sentir esta realidad en nuestra propia carne", expresó.
También recordó que el fenómeno de las migraciones desafía a todos, no solo al que "huye de las guerras, del hambre, la sequía y la desertificación", y de esta manera sentirse "corresponsables" para lograr una toma de conciencia humana, "incluso antes que cristiana".
"Ciertamente, para nosotros, los cristianos, representa algo más: la llamada que el Señor nos hace ante estas situaciones, a no dejar al otro, al prójimo, en realidades inhumanas, a socorrerlo, a acogerlo", enfatizó.
El Obispo también mencionó que este conflicto #capta todos los problemas que afectan al norte de África y que involucra, incluso indirectamente, a todos estos migrantes que están detenidos en estos "campos de concentración"".
Además, que debe "despertar la conciencia de otras naciones" a fin de hallar formas de mediación para "volver a un equilibrio de paz y estabilidad".
"Necesitamos una conciencia mundial. Porque hasta que no haya estabilidad ni paz allí, todo el cercano Oriente, al igual que Europa". De igual manera, alentó a que este hecho no sea una noticia "que se olvide", sino "algo que entre en nuestra cultura para que todos podamos mover a los que están en el poder y gobiernan a las naciones, a toda Europa, a las Naciones Unidas, para que esta realidad cese lo antes posible, para que se puedan encontrar las condiciones y los métodos para que esa paz llegue a ser un bien común de todo el mundo".