El presidente de la comisión de asuntos sociales del Episcopado de Corea del Sur, Mons. Lazzaro You Heung-sik, expresó su deseo de que el reciente encuentro de Donald Trump y Kim Jong-un aliente la paz en la península coreana.
"Estamos muy contentos" por el encuentro, dijo el también Obispo de Daejeon en declaraciones a Asia News.
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"El pasado 25 de junio recordamos los 69 años del inicio de la guerra de Corea. División, odio y prejuicio han marcado las relaciones entre los dos países casi 70 años, pero el año pasado el diálogo tuvo un nuevo inicio. Ha pasado mucho tiempo y el camino para la paz no será breve. Hace falta dar muchos pasos", explicó el Prelado.
El domingo 30 de junio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se convirtió en el primer mandatario de ese país en pisar suelo de Corea del Norte para reactivar las negociaciones con Kim Jong Un sobre el programa nuclear.
El encuentro de casi una hora entre ambos líderes se realizó en la Zona Desmilitarizada (DMZ), que separa las dos Coreas desde el final de la guerra de 1950 a 1953.
Ese día, el Papa Francisco dijo que la reunión fue "un buen ejemplo de cultura del encuentro. Saludo a los protagonistas, con la oración de que tal gesto significativo constituya un ulterior paso en el camino de la paz, no solo sobre aquella península, sino a favor de todo el mundo".
El Obispo dijo también a Asia News que, tras los encuentros de Singapur y Hanoi (Vietnam), la reunión del domingo "ha sido una señal de esperanza para que Estados Unidos y Corea del Norte se encuentren y sepan qué cosa piensa una parte de la otra".
"Como dijo el Papa Francisco en el rezo del Ángelus, esta es la belleza de la cultura del encuentro. Si Kim y Trump no hubieran hablado en Hanoi, el gran paso de ayer no se habría realizado", señaló.
El Prelado dijo que el 25 de junio varios obispos y 20 mil fieles surcoreanos "nos unimos en oración juntos mirando a Panmunjom, a pocos kilómetros de distancia de esa localidad" donde está la Zona Desmilitarizada.
"Hemos rezado juntos por la paz en la península y unos días después Trump y Kim se encontraron. Nuestra esperanza ahora es que se siga en esta dirección", indicó el Obispo.
"Como siempre digo a mis fieles, en este momento histórico Corea del Norte, Estados Unidos, Corea del Sur y China piensan especialmente en sus propios intereses. El Espíritu Santo, la Virgen y todos los mártires coreanos se mueven para cambiar los corazones de los líderes, para que finalmente lleguen a un acuerdo".
Para concluir, el Obispo de Daejeon dijo a Asia News que "también es importante cómo vivimos nosotros los católicos. En cuanto hombres de fe, de encuentro y de comunión, estamos llamados a ser testimonio de paz. Haciendo esto se llegará a la paz en la península coreana".