El Obispo Auxiliar de Westminster (Reino Unido), Mons. John Sherrington, cuestionó el reciente fallo de una juez que obliga a una mujer con discapacidad a someterse a un aborto pese a su deseo y el de su familia de tener al bebé.
"Todo aborto es una tragedia. Esta tragedia la vemos en el caso de la reciente decisión legal de la Corte de Protección que emitió un fallo según el cual una joven madre con una discapacidad y que desea conservar a su hijo de 22 semanas, debe someterse a un aborto", dijo el Obispo en una declaración publicada en el sitio web de la Iglesia Católica en el Reino Unido este lunes 24 de junio.
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"El nacimiento natural de su hijo está apoyado por su madre, quien ha dicho que se hará cargo del niño, una asistenta social y su equipo legal", agregó.
El 21 de junio, la jueza Nathalie Lieven de la Corte de Protección ordenó que se le realice un aborto a las 22 semanas de gestación a una mujer católica que padece discapacidad mental y un trastorno del estado de ánimo, a pesar de sus múltiples objeciones y las de su madre.
"Soy muy consciente del hecho de que cuando el Estado ordena a una mujer tener una terminación (aborto) y parece que ella no quiere, es una inmensa intromisión. Tengo que actuar en beneficio de (sus) intereses, no en los puntos de vista de la sociedad sobre la terminación", dijo la jueza.
La Corte de Protección (Court of Protection) maneja los casos que involucran a individuos que carecen de la capacidad mental para tomar decisiones por sí mismos.
La mujer, que no puede ser identificada públicamente, fue descrita como "cercana a los veinte años" y está bajo el cuidado de un "fideicomiso hospitalario" del Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido.
Los médicos del fideicomiso argumentaron que debe practicarse un aborto debido a su capacidad mental disminuida, asegurando que sería menos traumático para la mujer que dar a luz, especialmente si el bebé se colocaba en un hogar de acogida.
La madre de la mujer dejó claro a los médicos y a la corte que ella se haría cargo de su nieto.
La madre de la mujer, que se reportó como una ex partera, registró su oposición absoluta al aborto, citando su fe católica y la de su hija. Una trabajadora social que se preocupa por la mujer tampoco estaba de acuerdo con la decisión.
Como abogada, Lieven ha comparecido ante la corte en casos relacionados con el aborto. En 2011, mientras representaba al Servicio Británico de Asesoramiento sobre el Embarazo, un proveedor de servicios de aborto, argumentó que a las mujeres británicas se les debería permitir abortar sus embarazos en sus propios hogares, en lugar de en un hospital.
En su declaración de hoy, el Obispo Sherrington resaltó que "obligar a una mujer a someterse a un aborto contra su voluntad y la de su familia cercana infringe sus derechos humanos, así como el derecho de su niño por hacer a la vida en una familia que se ha comprometido a cuidar a este niño".
"En una sociedad libre como la nuestra hay un delicado balance entre los derechos del individuo y los poderes del Estado".
Esta, sentenció el Prelado, "es una decisión triste y lamentable para toda una familia por la que rezamos. Este caso, del que no se tiene toda la información, genera profundas interrogantes sobre el significado del 'mejor de los intereses' cuando a un paciente carece de capacidad mental y está sujeto a la decisión de una corte contraria a su voluntad".
El aborto sin restricciones es legal en el Reino Unido hasta las 24 semanas de embarazo, después de lo cual los médicos deben certificar que el aborto es en interés de la madre.
Las estadísticas del NHS muestran que los bebés nacidos a las 24 semanas tienen un 50% de probabilidad de supervivencia en promedio, aunque la tasa depende de la atención brindada. Por ejemplo, los bebés nacidos en el University College Hospital (Londres) a las 23 semanas de gestación, tienen un 70% de probabilidad de supervivencia.