Un juez del Reino Unido ordenó que se le realice un aborto a las 22 semanas de gestación a una mujer católica que padece discapacidad mental y un trastorno del estado de ánimo, a pesar de sus múltiples objeciones y las de su madre.
"Soy muy consciente del hecho de que cuando el Estado ordena a una mujer tener una terminación (aborto) y parece que ella no quiere, es una inmensa intromisión. Tengo que actuar en beneficio de (sus) intereses, no en los puntos de vista de la sociedad sobre la terminación", dijo la jueza Nathalie Lieven tras su fallo en la Corte de Protección el viernes 21 de junio.
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La Corte de Protección (Court of Protection) maneja los casos que involucran a individuos que carecen de la capacidad mental para tomar decisiones por sí mismos.
La mujer, que no puede ser identificada públicamente, fue descrita como "cercana a los veinte años" y está bajo el cuidado de un "fideicomiso hospitalario" del Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido.
Los médicos del fideicomiso argumentaron que debe practicarse un aborto debido a su capacidad mental disminuida, asegurando que sería menos traumático para la mujer que dar a luz, especialmente si el bebé se colocaba en un hogar de acogida.
La madre de la mujer dejó claro a los médicos y a la corte que ella se haría cargo de su nieto.
Se cree que la mujer tiene la capacidad mental de un niño en edad escolar. Según los informes, es católica y su madre es nigeriana.
Se desconoce si el embarazo se concibió en una relación bajo consentimiento, y la policía está investigando las circunstancias de la concepción.
La madre de la mujer, que se reportó como una ex partera, registró su oposición absoluta al aborto, citando su fe católica y la de su hija. Una trabajadora social que se preocupa por la mujer tampoco estaba de acuerdo con la decisión.
El juez dijo no creer que la mujer entendiera lo que significaba tener un bebé.
"Creo que le gustaría tener un bebé de la misma manera que le gustaría tener una linda muñeca", dijo Lieven. Además, cree que las continuas necesidades de atención en favor de la salud mental de la mujer no le permitirán a su madre ayudar a criar al niño.
El juez concluyó que permitir que el niño nazca, que luego sea retirado de la casa de la mujer y colocado en un hogar de acogida o adopción sería contrario a los propios intereses de la mujer.
"Creo que (la mujer) sufriría un mayor trauma si le sacaran un bebé (de su cuidado)", dijo Lieven.
Como abogado, Lieven ha comparecido ante la corte en casos relacionados con el aborto. En 2011, mientras representaba al Servicio Británico de Asesoramiento sobre el Embarazo, un proveedor de servicios de aborto, argumentó que a las mujeres británicas se les debería permitir abortar sus embarazos en sus propios hogares, en lugar de en un hospital.
Cinco años después, Lieven argumentó ante la corte que las leyes de aborto de Irlanda del Norte eran una violación de la Ley de Derechos Humanos del Reino Unido.
En 2017, dijo que las leyes sobre el aborto en Irlanda del Norte eran similares a la tortura y eran discriminatorias.
El aborto sin restricciones es legal en el Reino Unido hasta las 24 semanas de embarazo, después de lo cual los médicos deben certificar que el aborto es en interés de la madre.
Las estadísticas del NHS muestran que los bebés nacidos a las 24 semanas tienen un 50% de probabilidad de supervivencia en promedio, aunque la tasa depende de la atención brindada. Por ejemplo, los bebés nacidos en el University College Hospital (Londres) a las 23 semanas de gestación, tienen un 70% de probabilidad de supervivencia.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.