Los cuatro obispos del estado australiano de Victoria expresaron su rechazo a la ley de eutanasia que entró en vigor este miércoles 19 de junio, y propusieron tres formas en las que los católicos pueden afrontarla, haciendo concreta la objeción de conciencia.
En una carta pastoral dirigida a los fieles de Victoria, los obispos de Melbourne, Ballarat, Sale y Sandhurst rechazaron la ley de muerte voluntaria asistida (VAD, por sus siglas en inglés) "algo que hablando claramente es más conocido como suicidio asistido y eutanasia".
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La norma, informa Efe, fue aprobada en noviembre de 2017 y establece que cada caso sea revisado individualmente por una comisión que determinará si da luz verde a este procedimiento.
Quienes deseen acogerse a la VAD deben ser adultos con una enfermedad incurable y progresiva, que podría acabar con su vida en seis meses o que tenga 12 meses de esperanza de vida.
En su misiva, los obispos Peter Comensoli, Paul B. Bird, Patrick M. O'Regan y Leslie R. Tomlinson recuerdan que "el Papa Francisco ha alentado a los católicos en todo el mundo a combatir la eutanasia y proteger a los ancianos, los jóvenes y las personas vulnerables en medio de una cultura del descarte".
"Francisco nos pide seguir a Cristo acompañando a la gente con compasión, compartiendo esperanza y no miedo. En Victoria hemos llegado a un momento en el que estamos llamados a esta tarea", señalaron.
"No podemos cooperar con la facilitación del suicidio, incluso cuando parece motivado por la empatía y la amabilidad", precisaron los prelados.
Los obispos pusieron como ejemplos a Santa Gianna Beretta Molla y al Beato Franz Jagerstatter, que "dieron testimonio del compromiso moral que surge por la objeción de conciencia" pese al "gran costo personal que les significó".
Franz Jägerstätter, campesino y sacristán, fue condenado a muerte en 1943 por negarse a alistarse en el ejército nazi. Por su parte, Gianna Beretta Molla, médico y madre de familia, prefirió morir antes que aceptar tratamientos que pudieran perjudicar al niño que llevaba en su vientre.
"En nuestra circunstancia particular, Santa Gianna y el Beato Franz nos pueden ayudar a encontrar el camino que tenemos hacia adelante", resaltaron.
3 modos para poner por obra la objeción de conciencia a la eutanasia
1.- Reza (corazón)
En un documento anexo a la carta titulado "We care" (Nos importa) los obispos de Victoria alentaron a rezar "por quienes están convencidos de que tomar una vida es la única opción, para que Dios les muestre su amor", para que "podamos responder con compasión y valentía" ante el dolor y el sufrimiento; y para que "busquemos inspiración reflexionando en la pasión, muerte y resurrección de Jesús".
2.- Fórmate (mente)
Los prelados resaltaron la importancia de la formación intelectual y alentaron a leer el discurso del Papa Francisco de noviembre de 2017 sobre el final de la vida, los numerales del Catecismo de la Iglesia sobre la eutanasia (2276 – 2279), los numerales 64 y 65 de la encíclica Evangelium vitae de San Juan Pablo II, entre otros.
También instaron a leer la información de los sitios Moments that matter, donde hay historias de personas que han recibido cuidados paliativos; y Australian Care Alliance y HOPE, donde hay importantes datos sobre la eutanasia.
3.- Actúa (manos)
Los obispos alentaron a visitar a los enfermos y ancianos; a explicar concretamente cómo ayudar a quienes se sienten solos, pues esta experiencia hace que la gente busque la eutanasia; y buscar ayuda para quienes se encuentren en esta situación especialmente con los cuidados paliativos.
En su carta a los fieles, los obispos afirman que "no abandonaremos a quienes amamos, y creemos que tienen el derecho de ser amados desde el comienzo hasta el final de la vida".