Silvio Montini, miembro del Consejo Católico para la Educación de Córdoba (Argentina), afirmó que es "necesario y urgente" que las escuelas católicas "ayuden a las familias a enfrentar el flagelo" de la ideología de género en la educación.
El experto dijo estas palabras a raíz del documento de la Congregación para la Educación Católica "Varón y mujer los creó. Para una vía de diálogo sobre la cuestión del gender en la educación", publicado el 10 de junio.
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En diálogo con ACI Prensa, Montini señaló que "lamentablemente, la ideología de género se ha infiltrado en todo el sistema" avalados por el Gobierno argentino y las provincias, que "disponen de importantes partidas de dinero y cuentan con el significativo y sustancial apoyo de los medios de comunicación masivos".
Montini puso como ejemplo que el Ministerio de Educación y de Salud y el Consejo Federal de Educación, que reúne a todos los ministerios de educación de las provincias, sugiere a las escuelas públicas y confesionales que "el pudor y la castidad son cuestiones de la sociedad patriarcal, que el aborto es un derecho, que la persona puede decidir su sexo, entre otros temas; incluso se quiere modificar la ley de educación sexual vigente para quitar el derecho a educar de acuerdo a las convicciones del establecimiento".
El experto coincidió con la "emergencia educativa" planteada en el documento del Vaticano, ya que si "la educación no orienta al niño y al joven hacia la verdad, hacia lo que está llamado a ser, no es propiamente educación".
"Por las corrientes que en el campo pedagógico pregona esa ideología y la está imponiendo por medio del sistema educativo, la emergencia es clara, evidente", afirmó.
En ese contexto, el miembro del Consejo Católico para la Educación de Córdoba sostuvo que a la familia "le falta elementos para asumir una postura crítica frente a los embates que tienden a su destrucción".
"Por ello, es indispensable que la Iglesia en general y las escuelas católicas en particular ayuden a las familias a enfrentar este verdadero flagelo, que ha venido a crear mucha confusión en su ámbito", señaló.
"La familia natural tiene la gracia de estado que sostiene y fortifica el instinto y la voluntad de los padres para proteger a sus hijos de cualquier agresión", en ese sentido, "se hace imprescindible fortalecer y desarrollar ese instinto, para lo cual la escuela católica puede y debe prestar una significativa ayuda, para dar el soporte racional y legal necesario".
En ese sentido, la reflexión y metodología propuesta por el documento "viene a prestar un gran servicio de clarificación pero, además, impone un quehacer que nadie podrá, ni deberá eludir", dijo Montini.
Indicó que el escuchar, como primera acción metodológica propuesta por el Vaticano, es "una prioridad que se plantea a la cultura en general y al sistema educativo" en Argentina, pero "cuando el sistema educativo es asumido por la Iglesia, tal necesidad de escucha es aún más urgente e imperiosa, ya que hace a la esencia de esa intervención".
"Trabajar la verdad no puede ni debe hacer olvidar que la caridad debe ser prioridad en toda acción cristiana; por ello, la apertura y cálida acogida a las realidades diferentes debe ser una característica de todo colegio confesional", reflexionó.
Pero, el experto advierte que hay que estar alerta cuando "en nombre de un supuesto respeto a la diversidad, se pretende imponer un pensamiento único: el pregonado por esta ideología vía legislación, sistema educativo, medios de comunicación y otros".
En ese momento, la segunda acción de "razonar" resulta fundamental, ya que aborda los "postulados de la ideología de género que carecen por completo de asidero". "Está muy claro que las ciencias desmienten de modo categórico a esta ideología, pero los intereses políticos, sociales y económicos que la postulan son los que ocultan o pretenden negar esas evidencias", precisó Montini.
En tercer lugar, "escuchar y razonar no tienen sentido si no sirven para proponer una antropología que vuelva al hombre tal cual es. Es una responsabilidad de las familias que son la base de la sociedad, y el Estado, la sociedad organizada, debe ser respetuoso de las realidades y creencias de cada una de ellas y no a la inversa, que es lo que intenta la ideología de género, particularmente por medio de la educación sexual", concluyó Montini.