El Arzobispo de Valencia (España), el Cardenal Antonio Cañizares, anunció la convocatoria de un Sínodo Diocesano para "impulsar entre nosotros el amplio y esperanzador programa de evangelización y pastoral que nos traza el Papa Francisco".
El Cardenal precisó que convocó este Sínodo diocesano al término del Año Santo Jubilar por el VI Centenario de la muerte de San Vicente Ferrer, así como en el centenario de la consagración de Valencia y del conjunto de España al Sagrado Corazón de Jesús, y como consecuencia también del Proceso de Reencuentro Sacerdotal puesto en marcha el año pasado en la Archidiócesis de Valencia.
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En ese sentido explicó que el sínodo tiene la finalidad de "impulsar entre nosotros el amplio y esperanzador programa de evangelización y pastoral que nos traza el Papa Francisco en continuidad con las enseñanzas de los Papas que le han precedido, aplicando el Concilio Vaticano II".
El Cardenal anunció la convocatoria de este sínodo durante la reunión que mantuvo con los sacerdotes de la Archidiócesis el pasado 13 de junio, fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, y recordó que el último de estos eventos se realizó entre los años 1986 y 1987.
El Arzobispo destacó que la situación actual de la Iglesia es "una llamada de Dios a la Iglesia para ser ella misma, para conseguir su misión y fortalecer su identidad en la fe y para reemprender con renovado entusiasmo y esperanza el camino de una nueva evangelización cada día más urgente y apremiante".
Una iniciativa que el Cardenal Cañizares aseguró que tiene el objetivo de "renovar y fortalecer nuestra Iglesia diocesana con una nueva santificación y evangelización, para llevarla a cabo decididamente y sin miedos, sin inercias ni indiferencias que nos impiden renovarnos de verdad".
Indicó con este sínodo espera "revitalizar nuestra Iglesia diocesana y potenciar una renovada conciencia y adhesión cordial a ella y en todos sus miembros", así como impulsar "una gran corriente de santidad".
"Estoy convencido que sólo una Iglesia de santos puede evangelizar, que sólo una Iglesia profundamente espiritual puede renovar el mundo, que sólo una Iglesia que ora y se encuentra con su Señor puede transmitir a los hombres la dicha y la alegría de la presencia de la Salvación y del Amor en medio de nosotros. No hay evangelización sin oración, sin adoración, sin contemplación", afirmó.
Para llevarlo a cabo el Arzobispo pidió la colaboración de toda la Archidiócesis con sugerencias, iniciativas y oración.
El Cardenal recordó la especial importancia de la oración de "los enfermos, los que no pueden salir a la calle, los que piensan de sí que nada pueden aportar", ya que la calificó como "una de las mayores garantías de fruto a través de esta iniciativa".
También llamó especialmente a los jóvenes porque "son el presente y futuro de la Iglesia, en expresión del Papa Francisco".
"En todos confío, sé que no defraudaremos esta iniciativa, que es fruto de la oración y, sobre todo, de Pentecostés", subrayó.
Los trabajos previos al Sínodo Diocesano comenzarán en de octubre y pretende aunar "los trabajos del próximo Congreso diocesano y nacional de laicos, junto con la idea de una gran misión popular de Valencia y una misión de los jóvenes valencianos".
El Sínodo Diocesano es una asamblea de sacerdotes y de otros fieles escogidos de la diócesis que prestan su ayuda al obispo. El sínodo puede convocarse cuando lo aconsejen las circunstancias.
