Las autoridades de China negaron el funeral público y la sepultura en un cementerio católico al Obispo de Tianjin, Mons. Stefano Li Side, que falleció el 8 de junio a los 92 años de edad en arresto domiciliario.

Mons. Li Side fue siempre fiel a la Santa Sede y por ello estuvo encarcelado varias veces, 17 años en campos de trabajo forzado y exiliado en un pueblo bajo arresto domiciliario desde 1992.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

Según informa Asia News, la Asociación Patriótica Católica, el organismo del Gobierno chino para el control de la Iglesia en el país, y a la cual Mons. Li "siempre se negó a pertenecer, prohíbe sepultar sus restos en un cementerio católico".

Un católico local dijo a Asia News que "el Gobierno local es mucho más civilizado que la Asociación Patriótica" que ordenó que el Obispo no tuviera su funeral en la Catedral de San José (Xikai), en Tianjin. Los sacerdotes que quisieron despedirlo solo tuvieron diez minutos para rezar ante sus restos y no pudieron estar en la Misa de exequias.


Mons. Li. Crédito: Asia News

Su vida

Mons. Esteban Li Side nació el 3 de octubre de 1927 en Zunhua (Tangshan, Hebei), en una familia católica de larga tradición. Estuvo nueve años en seminarios menores, estudió en el Seminario Mayor de Wen Sheng en Beijing y fue ordenado sacerdote el 10 de julio de 1955.

Luego que fue instaurada la Asociación Patriótica para el control de la Iglesia, el P. Li fue arrestado en 1958. Fue liberado el 16 de febrero de 1962 y retomó su servicio en la Catedral de San José en Tianjin. Fue nuevamente arrestado en 1963 y hasta 1980 cumplió una condena en campos de trabajo forzado.

El 15 de junio de 1982 fue ordenado en secreto como Obispo de Tianjin, pero no fue reconocido por el Gobierno comunista. En 1989 fue arrestado por tercera vez luego de participar en la asamblea de la Conferencia Episcopal China que reclamó al régimen mayor libertad religiosa.

En 1991 es liberado y vuelve a la Catedral de San José en Tianjin. En 1992 las autoridades lo obligaron a ir al pueblo de Liang Zhuang Zi, en medio de las montañas, donde permaneció bajo arresto domiciliario hasta su muerte.

Desde 1992 el Gobierno chino trató de instalar como obispo oficial de Tianjin a Mons. José Shi Hongchen, que provenía de la Iglesia subterránea o clandestina y fue ordenado Obispo Auxiliar por Mons. Li en 1982; sin embargo Mons. Shi Hongchen murió en 2006.

Desde el 2007 la mayoría de los sacerdotes de la Iglesia oficial ha expresado su obediencia a Mons. Li Side. La Iglesia de Tianjin cuenta con un Obispo Coadjutor (subterráneo), Mons, Melchor Shi Hongzhen, de 92 años, que también se encuentra bajo arresto domiciliario en una localidad montañosa de la región.

La Diócesis de Tianjin tiene cerca de 100 mil fieles que son atendidos por 40 sacerdotes oficiales y 20 no oficiales o subterráneos.

La situación de los católicos de China

En abril de 2019, el P. Bernardo Cervellera, experto en la Iglesia Católica en China y editor de la agencia de noticias Asia News, informó que "en muchas diócesis la Asociación Patriótica y la Oficina de Asuntos Religiosos siguen exigiendo a todos los sacerdotes que se inscriban en la Asociación y sostengan la 'Iglesia independiente'. Al respecto el Vaticano ha expresado una tímida reserva en una entrevista del Cardenal Fernando Filoni concedida al (diario del Vaticano) L'Osservatore Romano, subrayando que la pertenencia a la Asociación según la ley china debería ser facultativa".

En China existe la Asociación Patriótica Católica China, controlada por el Gobierno; y la Iglesia clandestina, subterránea o no oficial, que se ha mantenido fiel a la Santa Sede.

En la práctica, afirma el P. Cervellera, más que una "reconciliación" entre la Asociación Patriótica y la Iglesia clandestina o subterránea, con el acuerdo provisional entre China y el Vaticano para el nombramiento de obispos "hay una gran presión sobre la comunidad subterránea con una fuerte intromisión en la vida de la Iglesia".

El Acuerdo Provisional

El 22 de septiembre de 2018 el Vaticano anunció la firma del acuerdo provisional con China para el nombramiento de obispos.

Algunos han expresado su oposición al acuerdo, como el Obispo Emérito de Hong Kong, el Cardenal Joseph Zen Ze kiun, quien en un artículo publicado en el New York Times el 24 de octubre escribió: "A los obispos y sacerdotes clandestinos (fieles) de China solo puedo decirles esto: por favor, no comiencen una revolución. ¿Ellos (las autoridades) toman sus iglesias? ¿Ya no pueden celebrar? Vayan a casa y recen con sus familias (…) Esperen mejores tiempos. Vuelvan a las catacumbas. El comunismo no es eterno".

En el vuelo de regreso de su viaje a Letonia, Lituania y Estonia a fines de septiembre de 2018, el Papa Francisco dijo a los periodistas: "Yo soy el responsable" del acuerdo.

Sobre los obispos que no estaban en comunión con la Iglesia hasta antes del acuerdo, como Mons. Guo Jincai que participó del Sínodo de los Jóvenes, Francisco dijo que "han sido estudiados caso por caso. Por cada obispo han llegado al final los expedientes de cada uno a mi escritorio y he sido yo el responsable de firmar cada caso".

En cuanto al acuerdo, Francisco precisó que "la cosa se hace en diálogo, pero nombra Roma, nombra el Papa. Esto es claro. Y rezamos por los sufrimientos de algunos que no entienden o que tienen en sus espaldas muchos años de clandestinidad".

El 26 de septiembre de 2018 el Pontífice dirigió un mensaje a los católicos de China y a la Iglesia universal en el que solicitó "gestos concretos y visibles" a los obispos a quienes levantó la excomunión.