Los obispos de la Conferencia Episcopal de Colombia rechazaron el fallo de la Corte Constitucional que permitirá el consumo de drogas y alcohol en espacios públicos.
El 6 de junio, la Corte Constitucional declaró inconstitucionales los artículos 33 y 140 del Código Nacional de Policía con los que se prohibía el consumo de alcohol y drogas en la vía pública.
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La magistrada Diana Fajardo señaló al respecto que "el legislador viola el derecho al libre desarrollo de la personalidad al prohibir de forma general so pena de medidas de Policía el consumo de bebidas alcohólicas o sustancias psicoactivas en espacio público como forma de proteger la tranquilidad y las relaciones respetuosas".
Por su parte, la magistrada Gloria Stella Ortiz señaló que el fallo busca respetar la idea de que "una persona como ser libre y autónoma toma decisiones sin interferencia de otro y el Estado no puede diseñarle el plan de vida".
El fallo indica además que el Estado puede controlar el espacio público sin necesidad de prohibir el consumo de alcohol o drogas en espacios públicos.
El 7 de junio, los obispos de Colombia publicaron un comunicado en el que expresaron su "honda preocupación y desconcierto por la reciente decisión de la Corte Constitucional que permite el consumo de bebidas alcohólicas y sustancias psicoactivas en espacios públicos".
"Cuando estamos alarmados por el incremento de la drogadicción y buscamos cómo prevenirla y contrarrestarla, consideramos que esta decisión va en contravía de los esfuerzos de tantas personas e instituciones para romper el círculo de corrupción, violencia y muerte que el consumo y tráfico de estupefacientes han generado en nuestro país", dijeron.
Los prelados recordaron luego que "el Papa Francisco ha dicho claramente que 'la droga no se vence con la droga'. No es posible ignorar las consecuencias funestas del alcoholismo y de la drogadicción en nuestro país, en especial los riegos que representan para nuestra niñez y juventud. Tenemos que reconocer que las drogas son una herida que causa gravísimos males en nuestra sociedad".
"Hacemos un llamado a las instituciones del gobierno y de la sociedad civil para que nos comprometamos activamente en proyectos de prevención, tratamiento y rehabilitación de las adicciones. Promovamos e insistamos en una mayor coordinación de las políticas contra la dependencia de los alucinógenos".
Tras alentar a "las familias y a las instituciones educativas a seguir cultivando en los niños y jóvenes los valores que aseguran su crecimiento integral", los obispos de Colombia reiteraron "que todos estamos llamados a combatir la producción, el procesamiento y la distribución de las drogas en el mundo".