El Papa Francisco agradeció esta mañana la importante labor que realiza la Oficina de correos y teléfonos del Vaticano, que trasciende sus límites y ayuda constantemente a la difusión del mensaje cristiano en todo el mundo.
"La actividad de Correos y Teléfonos del Vaticano supera con creces el pequeño territorio y la pequeña población que reside en él: se abre a las necesidades de innumerables personas dispersas por todo el mundo", dijo el Santo Padre en su discurso a los miembros de este servicio en la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano.
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Tras señalar que el Vaticano reconoce la importancia de los medios de comunicación, el Papa Francisco explicó que estos servicios "garantizan el intercambio de sentimientos e ideas, contribuyen a promover el entendimiento mutuo y la colaboración entre países de diferentes continentes, facilitando sea el intercambio de bienes que, sobre todo de sus respectivos valores espirituales y culturales".
"En ese sentido, los servicios de correos y teléfonos de uno de los más pequeños Estados del mundo favorecen la difusión del mensaje cristiano".
El Santo Padre recordó también que "en las últimas décadas, se han llamado a colaborar en este sector tan significativo a dos beneméritas familias religiosas: los Hijos de la Divina Providencia (Orioninos) y la Sociedad de San Paolo (Paulinos). A estos dos institutos va mi vivo aprecio por su generosidad y fidelidad".
"Además, a través de vuestro precioso trabajo, cada día muchas personas 'llegan' al Papa y él, también a través de sus colaboradores, 'llega' a mucha gente", agregó.
"Este intercambio comunicativo no conoce distancias; responde a la necesidad innata de los individuos de crear contactos humanos; y sobre todo entra en todos los hogares al servicio de ricos y pobres. En este sentido, me gusta recordar una antigua inscripción latina grabada en un buzón del Estado Pontificio: 'Diviti et inopi, ultro citroque, meandum', que significa: 'Hace falta que vaya a los ricos y pobres, a todas partes'".
"Respetando las normas y acuerdos internacionales, vuestras realidades hablan un idioma común, creando puentes entre culturas, religiones y sociedades que son diferentes entre sí", indicó el Papa Francisco.
El Santo Padre recordó luego que "en sus tareas, muchos de ustedes están en contacto directo con la gente: ¡cuán importante es su trato y su ejemplo para ofrecer a todos un testimonio cristiano sencillo pero incisivo! El hecho de trabajar en el Vaticano constituye un compromiso adicional para cultivar la propia fe".
"En este sentido, además de la participación activa en la vida de sus comunidades parroquiales, también se ofrece ayuda útil en los momentos de celebración y formación espiritual animados por sus asistentes espirituales, a quienes agradezco su dedicación. Sobre todo los invito a hacer que cada una de sus familias sea una 'pequeña Iglesia, en la que la fe y la vida se entrelazan entre los eventos cotidianos alegres y tristes", concluyó el Papa.