Esta es una historia feliz y poco común, pero sin duda una que no te dejará indiferente. Entre 2013 y 2019, es decir durante siete años consecutivos, siete sacerdotes se ordenaron en la parroquia St. Mary's en la localidad de Hudson en Ohio, Estados Unidos.
Uno de estos sacerdotes es el P. Ryan Mann, ordenado en 2014, quien comentó que si bien los siete sacerdotes pueden ser vistos como algo inusual, sin duda es algo que solo podría haber dispuesto Dios.
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En diálogo con CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– el sacerdote dijo que "los siete de siete" como los llaman ahora, "no podrían haberse organizado por anticipado", considerando las distintas circunstancias que podrían haberlos hecho coincidir en el año de ordenación.
Antes de este grupo de siete sacerdotes, en la parroquia St Mary's ya estaba el P. Stephen Flynn, ordenado en 2008 y quien impulsó las vocaciones en el lugar.
"Él fue el que comenzó todo y una vez que hizo rodar la pelota fue todo más fácil. Podíamos llamarlo y preguntarle: '¿Hey, cómo es ser sacerdote?' O si estaba en casa en el verano se podía ver que era normal y que los hombres normales también son sacerdotes", relató el P. Mann.
Para el P. Patrick Schultz, ordenado en 2016, el P. Flynn "fue el primer 'tonto' que fue al seminario" y tuvo el coraje de mostrar cómo era ser seminarista y sacerdote. Permitió además que se le conociera a un nivel más personal "para desmitificar la idea de algunos sobre lo que es un seminarista".
De esa forma, dijo el P. Schultz a CNA, "se formó una cultura vocacional. Su ejemplo ayudó a mostrar que existe el discernimiento para ser sacerdote. Al entrar al seminario no se da por hecho que el candidato será sacerdote. En realidad lo que se hace allí es discernir si tienes vocación".
Como seminarista y sacerdote, continuó, "disfrutas la vida, amas las películas, amas las fogatas, te encanta comer nachos, te encanta ver Nacho Libre. No eres alguien que vive encerrado hablando en latín como una especie de ser etéreo".
El P. Rich Samide, ordenado en 2018, relató que le "ayudó inmensamente" en su discernimiento ver a otros que ya estudiaban en el seminario. "El seminario no era un lugar desconocido con personas desconocidas estudiando para el sacerdocio. Ya conocía a varios cuando ingresé", dijo el P. Samide a CNA.
Además del P. Flynn, otro sacerdote de la parroquia St. Mary's que ayudó a mostrar qué es verdaderamente el sacerdocio fue el P. Damian Florence, vicario parroquial durante varios años.
"Fue el mentor de muchos de nosotros que estábamos considerando el sacerdocio o la vida religiosa y, especialmente a los que pensábamos en ser curas, él nos dio un ejemplo vivo de cómo era ser sacerdote. Antes de él no había conocido a otro cura personalmente y eso me ayudó mucho en mi discernimiento", comentó el P. Samide.
El P. Schultz conoció al P. Ference en la secundaria. "Él conocía la cultura, las películas, los libros y vivía su vocación con tal intensidad y alegría, que verlo me hacía pensar en que si así era el sacerdocio, entonces ¡no era tan malo!", explicó.
Los tres sacerdotes que conversaron con CNA también agradecieron a Life Teen, el programa juvenil de la parroquia, que ya lleva 25 años sirviendo a los jóvenes.
"Life Teen me dio una comunidad sólida de discípulos que me alentaron a profundizar más mi relación con Jesucristo", explicó el P. Samide.
Para el P. Mann, el grupo juvenil "permite que los jóvenes se sientan muy acogidos y en casa". "Podemos ver a los sacerdotes compartiendo con los jóvenes durante la adoración o enseñándoles a rezar distintas oraciones como el rosario, o a los santos. Ellos están con los jóvenes y comparten la tradición espiritual de la Iglesia", resaltó.
Otro elemento importante que los tres sacerdotes compartieron con CNA fue que en algún momento una persona concreta los alentó de manera personal a considerar el sacerdocio.
"Creo que a casi todos nos ha pasado que alguien nos miró a los ojos y nos dijo: 'Deberías ser sacerdote. Creo que serías uno bueno y podrías considerarlo'", contó el P. Mann quien dijo además que esto era de algún modo lo que hacía Jesús en la Biblia cuando llamaba a alguien para que lo siguiera.
"Algunos en la parroquia no temían acercarse a mí y a otros jóvenes a preguntarnos si habíamos considerado la opción del sacerdocio. Para mí esa audacia es invaluable", destacó por su parte el P. Samide en el diálogo con CNA.
"Un joven puede pensar en la posibilidad del sacerdocio, pero con frecuencia está muy asustado como para decírselo a alguien más. Cuando una personas se acerca y te dice que ve algunos dones que podrían hacerte un buen sacerdote, eso permite confirmar que la percepción que tiene es del corazón y amerita un mayor discernimiento", agregó.
Los sacerdotes también resaltaron la importancia de la oración por las vocaciones que en la parroquia se hacía en los rosarios diarios, en las horas santas, en Misa y en otras ocasiones.
Tras señalar que no hay una fórmula exacta o un "secreto" específico para promover las vocaciones, el P. Mann señaló que el asunto tiene un trasfondo "que es mucho más bíblico, como lo que pasó aquí".
"Cuando la persona tiene una relación viva y activa con Jesucristo y busca hacer su voluntad, las vocaciones aparecerán de manera orgánica", explicó el P. Samide.
"Mientras las comunidades parroquiales crezcan como discípulos, también alentarán a sus miembros más jóvenes a buscar formas en las que puedan servir al Señor. El discipulado es la clave", concluyó.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA