Los obispos de Polonia prometieron continuar "eliminando los factores que conducen al crimen" del abuso sexual clerical y también adoptar una actitud de mayor sensibilidad para atender a las víctimas que en el pasado.
"Junto con todas las personas de buena voluntad, unimos nuestros esfuerzos para identificar y eliminar los factores que conducen al crimen. Pedimos apoyo para educadores y cuidadores de niños y jóvenes en jardines de infancia y escuelas, así como en instituciones educativas y de cuidado", escribió la Conferencia Episcopal de Polonia en una carta redactada el 22 de mayo, pero que será leída en las Misas de este domingo 26.
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Los obispos añadieron: "Pedimos ayuda para obtener los conocimientos y habilidades adecuados para que todas las instituciones administradas por la Iglesia se conviertan en hogares seguros, que establezcan los mejores estándares para proteger a los niños. Dirigimos el mismo llamado a los responsables de los movimientos católicos y las organizaciones juveniles. Seamos todos más sensibles a los niños y jóvenes, así como a las víctimas".
Al inicio de la misiva, los prelados reconocieron no haber actuado con diligencia ante las situaciones de abuso y entienden la grave crisis de credibilidad hacia el clero católico.
"Admitimos que, como pastores de la Iglesia, no hemos hecho todo lo posible para evitar estos daños. Para muchos creyentes, especialmente para los jóvenes que buscan sinceramente a Dios, los escándalos sexuales que involucran al clero se convierten en una dura prueba de fe y en una razón para un gran escándalo", se indica al inicio del texto.
Los obispos señalaron, además, la necesidad de crear el "espacio adecuado para restaurar en la medida de lo posible una vida normal para las víctimas, así como para reconstruir la confianza en los sacerdotes y obispos".
La carta fue motivada, en parte, por el documental "Simplemente no se lo digas a nadie" que presenta acusaciones contra sacerdotes abusadores que fueron cambiados a diferentes parroquias, y que muestra denuncias de personas que habrían sido abusadas de niños. El video publicado en YouTube a principios de mayo ya supera los 20 millones de reproducciones.
El documental provocó en Polonia un debate nacional protagonizado por Jaroslaw Kaczynski, líder del partido oficialista Law and Justice, quien prometió un castigo más severo para los abusadores y difundió la idea de penas de prisión de 30 años.
"El filme, teniendo en cuenta la perspectiva de las víctimas, nos hizo a todos conscientes de la magnitud de su sufrimiento. Cualquier persona sensible, que aprende de las víctimas, experimenta dolor, emoción y tristeza por su sufrimiento. Agradecemos a todos los que tuvieron el coraje de contar sobre su sufrimiento. Somos conscientes del hecho de que ninguna palabra es capaz de recompensarlos por los daños que han sufrido", escribieron los obispos
Un estudio encargado por el episcopado polaco, publicado en marzo de 2019, reveló que cerca de 400 sacerdotes del país fueron acusados de abuso sexual a más de 600 personas desde 1990 hasta 2018. Poco más de la mitad de las víctimas reportadas tenían menos de 15 años.
El Arzobispo de Poznan, Mons. Stanislaw Gadecki, presidente del episcopado, calificó los hallazgos del informe como "trágicos".
Los obispos instaron a las víctimas de abuso a que informen su experiencia tanto a las autoridades de la Iglesia como a las estatales, y se ha nombrado un delegado para que cada diócesis polaca y la mayoría de las provincias religiosas reciban informes de abuso. De esa manera podrán ayudar que las víctimas obtengan "apoyo psicológico, legal y pastoral".
Los obispos también hicieron hincapié en más de un momento en la necesidad de una mayor sensibilidad para las víctimas y su sufrimiento.
Por tal motivo, expresaron su apoyo a la Carta Apostólica en forma de "Motu proprio" titulada "Vos estis lux mundi", que fue publicada por el Papa Francisco el 7 de mayo. Este documento exige la denuncia de abusos sexuales y castiga a las autoridades de la Iglesia que no lo hacen.
Los obispos también expusieron algunas de las medidas que están tomando en Polonia para abordar el problema del abuso, incluidos los programas de capacitación para la prevención del abuso en las diócesis y congregaciones religiosas.
"No dejemos que lo bueno, que se hace en la Iglesia a través de su ministerio, sea oscurecido por los pecados de personas particulares", exhortaron los obispos.
"Sobre el principio de responsabilidad colectiva, no transmitamos también la culpa de personas particulares en sotanas a todos los sacerdotes. Estas personas cometieron estos actos y deberían ser castigados por sus acciones. Apoyemos en estos tiempos difíciles a los sacerdotes que trabajan con sacrificio para que no pierdan su entusiasmo y reciban el aliento de los fieles laicos", concluyeron.