El Papa Francisco destacó que el deporte es "una gran oportunidad para aprender a dar lo mejor de ti mismo, con sacrificio y compromiso, pero sobre todo no solos"; así lo indicó en la audiencia con los participantes del encuentro "El fútbol que amamos" realizada este 24 de mayo en el Aula Pablo VI del Vaticano.
En esta línea, el Santo Padre invitó a los padres a transmitir a sus hijos esa mentalidad del juego, de la gratuidad y de la sociabilidad "para animarlos en los momentos difíciles, especialmente después de una derrota"; y para ayudarles a entender que "el banco no es una humillación, sino una oportunidad de crecer" y una oportunidad para tener siempre el gusto de "dar lo mejor, porque más allá del juego está la vida que les espera".
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"Escúchenme bien: el deporte, no solos. Vivimos en una época en la que, gracias también a la presencia masiva de nuevas tecnologías, es fácil aislarse, crear lazos virtuales con muchos, pero a distancia. Lazos, pero solos", advirtió el Papa.
Por ello, Francisco dijo que "lo mejor de jugar con una pelota es poder hacerlo junto con otros, pasarlo en medio del campo, aprender a construir acciones de juego, unirse en equipo", y agregó que el balón se convierte "en un medio de invitar a las personas reales a compartir amistades, a encontrarse en un espacio, a mirarse a la cara, a desafiarse para poner a prueba sus habilidades".
"Queridos amigos: el fútbol es un juego de equipo, ¡no puedes divertirte solo! Y si se vive así, realmente puede hacer mucho bien sea a la cabeza como al corazón en una sociedad que exaspera al subjetivismo, es decir la centralidad del propio yo, casi como un principio absoluto", expresó.
En este sentido, el Papa Francisco dijo que "jugar te hace feliz porque puedes expresar tu libertad, competir de una manera divertida, vivir un tiempo gratis, simplemente porque te gusta" y mencionó el artículo 10 de la Carta de los Derechos de los Niños al Deporte que reafirma el derecho de todo niño a "no ser un campeón".
Además, el Santo Padre recordó a los entrenadores que son un punto de referencia para los niños, pues "todo lo que dicen y hacen y la forma en que lo dicen y lo hacen, se convierte en una enseñanza para sus atletas, es decir, dejará una marca indeleble en su vida, para bien o para mal".
Al finalizar, Francisco se dirigió a algunos de los campeones de fútbol presentes para alentarles a no olvidar cómo comenzaron su carrera.
"Sientan siempre gratitud por su historia hecha de sacrificios, victorias y derrotas. Y también sientan la responsabilidad educativa, demostrada con la coherencia de vida y la solidaridad con los más débiles, de animar a los más jóvenes a volverse grandes adentro y tal vez incluso campeones en la vida", animó el Papa.
La iniciativa "El fútbol que amamos" fue organizada en colaboración con el Ministerio de Educación, Universidad e Investigación de Italia (MIUR), la Federación Italiana de Fútbol, la Liga Seria A y el periódico deportivo "La Gazzetta dello Sport".