El Papa Francisco defendió que la labor de las religiosas es de servicio, no de servidumbre. "Tú no te has hecho religiosa para convertirte en sirvienta de un clérigo", afirmó en el Aula Pablo VI del Vaticano el viernes 10 de mayo ante las participantes en la Asamblea Plenaria de la Unión Internacional de Superioras Generales.
"Servidumbre, no; servicio, sí", continuó el Pontífice. "Si tú trabajas en un dicasterio, en esto, en lo otro… O como administrando una nunciatura como administradora… Fenómeno, eso está bien. Una criada no. Si quieres dar asistencia doméstica, hazlo como lo hacen las hermanas del Padre Pernet, de la Congregación de la Asunción, que hacen de enfermeras y dan asistencia doméstica en las casas de los enfermos. Ahí sí, porque es servicio. Pero servidumbre no. En esto ayudémonos".
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El Papa también hizo referencia al asunto del abuso a religiosas, "un problema serio, un problema grave, soy consciente". Pero, insistió, no se trata sólo de abuso sexual, sino también de "abuso de poder, abuso de conciencia. Debemos luchar contra eso".
Al hilo del tema de los abusos a religiosas, el Santo Padre también se refirió al problema de los abusos en general. En este sentido, defendió que la Iglesia está dando pasos para erradicarlos, pero señaló que el camino es largo.
"El problema de los abusos en la Iglesia no se resuelve de un día para otro. Se ha comenzado un proceso: ayer salió un nuevo documento y así, lentamente, estamos haciendo un proceso, porque es una cosa que desde hace 20 años hasta ahora no se ha tenido consciencia y estamos tomando consciencia, con mucha vergüenza, pero bendita vergüenza. La vergüenza es una gracia de Dios. Es un proceso en el que debemos avanzar paso a paso a paso, para resolver este problema".
También se refirió a las críticas de algunas asociaciones de víctimas de abusos que se sintieron decepcionadas tras el Encuentro sobre la Protección de Menores en la Iglesia que tuvo lugar en febrero por la falta de medidas concretas.
"Algunas de las organizaciones anti abusos no quedaron contentas del encuentro de febrero: 'Es que no han hecho nada'. Yo los entiendo, porque tienen dentro el sufrimiento", reconoció Francisco.
Sin embargo, también defendió el trabajo realizado por los Presidentes de las Conferencias Episcopales, Obispos y demás participantes en el Encuentro: "Si hubiésemos ahorcado a 100 sacerdotes abusadores en la Plaza de San Pedro, habrían quedado todos contentos, pero el problema no se habría resuelto. Los problemas en la vida se resuelven con procesos, no ocupando espacios".