En el marco de la discusión en primera instancia del proyecto de eutanasia en Chile, la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados aprobó que menores de edad de entre los 14 y 17 años puedan acceder a esta práctica con la autorización de sus tutores legales.
El proyecto fue ingresado al Parlamento en octubre de 2014 y el 7 de agosto de 2018 se aprobó la idea de legislar. Tiene como objetivo "permitir la eutanasia haciendo efectiva la autonomía de las personas en caso de enfermedades terminales".
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La eutanasia podrá ser solicitada por una persona "diagnosticada en estado de salud terminal" o de "sufrimiento físico o mental constante e insoportable que no puede ser apaciguado".
El diagnóstico deberá ser realizado por dos médicos competentes. El proyecto original señalaba que la persona debía ser mayor de edad, encontrarse en pleno uso de sus facultades mentales y manifestar su "voluntad de manera expresa e inequívoca y libre de cualquier presión externa".
En abril, los parlamentarios también aprobaron el suicidio asistido en el que un médico deberá prescribir la sustancia letal, para que el paciente se autoadministre, supervisado por un especialista.
Sin embargo, en la sesión legislativa del 7 de mayo, los parlamentarios modificaron la indicación original que permitía la eutanasia para mayores de 18 años y aprobaron rebajar la edad a 14 años con el consentimiento de los tutores legales.
Con 7 votos a favor y 6 en contra, la enmienda aprobada señala que "si el paciente es mayor de 14 años, pero menor de 16 años, será necesario contar con la autorización de su representante legal, o de uno de ellos, si tuviere más de uno".
"A falta de autorización, entendiendo por tal la negación del representante legal, o si este no es habido, el paciente podrá solicitar la intervención del juez con competencia en materia de familia del lugar en donde se encuentra el paciente para que constate los requisitos legales de procedencia de asistencia médica para morir", sostiene.
En cuanto a los mayores de 16 pero menores de 18, "el médico tendrá la obligación de informar a sus representantes legales, pero la solicitud tomará su curso prescindiendo de cualquier consentimiento ajeno a la voluntad del mismo paciente".
Tras la aprobación de la enmienda, el representante del Ministerio de Salud, Jorge Acosta, señaló al diario La Tercera que "para el Ejecutivo es sumamente importante dejar en claro que es frustrante que la respuesta que le dé el Estado a un niño que esté sufriendo dolor es que lo mejor que podría pasarle es que termine con su vida".
"Eso no se condice con el respeto a la dignidad de todos los seres humanos y particularmente de los niños que están sufriendo. Eso es un fracaso de la medicina, es un fracaso de los cuidados paliativos y es un fracaso del Estado", sostuvo.