Mons. Óscar Urbina, Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) y Arzobispo de Villavicencio, afirmó que a pesar de las circunstancias actuales, "para todos hay esperanza" en el país.
Así lo indicó el Prelado en la Misa que presidió por la fiesta de la exaltación de la Santa Cruz que se celebra en Colombia el 3 de mayo; y en el marco del Día de la Reconciliación, instituido tras la visita del Papa Francisco al país en 2017.
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"Hoy realizamos la segunda jornada de oración y reflexión sobre la reconciliación del país, recordando los 17 años de la muerte de tantas víctimas en Bojayá, en el departamento del Chocó. El Papa Francisco, mirando al Cristo mutilado dijo: 'Junto con tus brazos y tus pies, te arrancaron a tus hijos que buscaron refugio en Ti'", señaló el Arzobispo al comenzar su homilía.
El 2 de mayo de 2002 los terroristas de las FARC hicieron explotar un balón o pipeta de gas en una iglesia en Bojayá, cobrando la vida de 117 personas, una de las mayores masacres en la historia moderna de Colombia. Como testigo de la masacre quedó la imagen de un Cristo sin piernas ni brazos ante la cual rezó Francisco en su visita al país.
"Para todos hay esperanza, los que han promovido violencia y los que han sido víctimas; no todo está perdido en nuestra Colombia", resaltó el Prelado.
Tras denunciar diversos males como las drogas, el suicidio y la violencia, el Prelado colombiano destacó que "tenemos la fuerza que brota de nuestra fe para hacer renacer nuestras vidas, nuestra vivencia ética, el cultivo de los valores auténticos y perennes que nos vienen del Evangelio".
"Desde la cruz, Jesús nos pide tener la valentía para reconocer el camino de la reconciliación, tener la valentía de recibir y ofrecer perdón y superar tantas enemistades, ser capaces de mirar en la cara la verdad que es inseparable de la justicia, la reparación y el compromiso de la superación de lo que nos ha enfrentado".
El Presidente de la CEC subrayó también que cada uno es responsable "de dar un aporte a la reconciliación" y que esta tarea se hace "con Jesús, de su mano, con su misericordia".
"Pidámosle la gracia de ser artesanos de paz" en este día que "contemplamos de nuevo el árbol de la cruz, que no solo ha florecido, sino dado el fruto maravilloso de la Resurrección".
"Jesús, cuya Pascua estamos celebrando, nos acompaña y anima, en especial a las víctimas del conflicto y de todas las violencias que ahora germinan en nuestra geografía, para que con el perdón rompan el círculo de la violencia que engendra más violencia, del odio que siembra las semillas del miedo y de más odio", destacó.
Mons. Urbina aseguró que "son las víctimas las que como Jesús, que ahora es el gran sobreviviente, nos muestran que la reconciliación es posible, gracias a la fuerza que nos transmite el crucificado, que ahora vive, para perdonar y amar y soñar con esperanza la paz querida para Colombia".
Para concluir, el Presidente de la CEC alentó a que, "como pidió el Papa a los pies del Cristo de Bojayá, restauremos sus manos y sus pies saliendo al encuentro de los demás con gestos de consuelo, apoyo, defensa de la dignidad de toda víctima, compañía; siendo testigos de su amor y su misericordia".