Tras su llegada a Roma (Italia) como lo dispuso el Papa Francisco, el Obispo Auxiliar de Managua, Mons. Silvio Báez, denunció la grave crisis que afecta a Nicaragua desde abril de 2018, calificó de "ilegítimo" el régimen del presidente Daniel Ortega y aseguró que la única solución es convocar a elecciones.
"La situación es muy compleja. La única salida pacífica es el adelanto de las elecciones. El Gobierno actual es ilegítimo, gobierna solo por la fuerza de las armas y de la represión violenta. Así no se puede sostener un Estado", dijo Mons. Báez este 30 de abril a una fuente católica, luego de ser recibido en el aeropuerto de Roma por fieles nicaragüenses.
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"La única salida es que se abra a adelantar las elecciones y le dé la oportunidad al pueblo de Nicaragua de decidir su futuro. Mientras tanto, la situación no tiene salida. Las actuales negociaciones no tienen ningún futuro porque el Gobierno no tiene voluntad política de ceder nada y lo único que desea es continuar en el poder", añadió el Prelado.
El pasado 10 de abril, el Arzobispo de Managua, Cardenal Leopoldo Brenes, anunció que el Papa Francisco le solicitó a Mons. Báez que vaya a Roma para servir a la Iglesia desde la Ciudad Eterna.
Sus nuevas funciones aún no han sido anunciadas y solo ha informado que vivirá en una comunidad de hermanos carmelitas por un tiempo, la cual aún no ha sido definida.
En la entrevista, Mons. Báez aseguró que llega a Roma "con dolor y con mucha tristeza" por no estar en medio de su pueblo "en un momento tan difícil como este".
"El corazón del pastor está hecho para vivir en medio de la gente, sobre todo en medio de un pueblo tan sufrido como es el de Nicaragua. Mi misión ha sido en nombre de Jesucristo estar ahí, consolar, dar esperanza, acompañar", recordó el Obispo.
En ese sentido, calificó su llegada a Roma como una "obediencia dolorosa", pero aseguró que como "creyente y como obispo también es importante escuchar la voz del Santo Padre".
"Para mí es una mediación eclesial importante para descubrir la voluntad de Dios, aún en medio de la oscuridad y del dolor (…). Lo único que me guía es la fe, la fe en el Señor, en la Iglesia y un gran amor por mi pueblo. Estoy en las manos de Dios. El futuro ya veremos qué nos depara", acotó.
El 10 de abril, Mons. Báez afirmó que no le pidió al Papa dejar el país. "No abandono al pueblo de Dios, donde vaya lo llevaré en mi corazón de pastor. No me voy a desentender de Nicaragua", dijo el Prelado.
Mons. Báez es tal vez uno de los prelados más críticos al régimen de Daniel Ortega, ante la grave crisis que afecta al país desde abril de 2018, lo que le ha valido diversas amenazas y ataques desde las filas del gobierno nicaragüense.