Unos 50 líderes políticos y 30 obispos y cardenales provenientes de Brasil, Argentina, Chile, Uruguay y Colombia participaron del "Encuentro de católicos con responsabilidades políticas al servicio de los pueblos del Cono Sur latinoamericano".
El encuentro organizado por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y la Pontificia Comisión para América Latina (CAL), se desarrolló en la ciudad de Atyrá, Asunción (Paraguay) entre el 10 y 12 de abril.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
En el evento los participantes intercambiaron experiencias, testimonios y reflexiones sobre el ejercicio público.
También reflexionaron sobre la realidad democrática de los países de América del Sur, las prioridades y desafíos para una política democrática según el magisterio del Papa Francisco y del Episcopado Latinoamericano y la regeneración de la vida política desde la contribución de la Iglesia.
En ese sentido, desde la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) reconocieron el desafío de "trabajar unidos, respetando las diferencias, la pluralidad de opciones político-partidarias en pos del bien común".
"Hemos visto a través de la intervención de cada uno cómo la Iglesia debe ser sal de la tierra y luz en el mundo. La Iglesia no presenta una ideología, no busca crear partidos. Lo que hace la Iglesia es permear de un sentido, permear de una posibilidad nueva de vivir y de comprometernos en la vida pública y en la vida política".
"Agradecemos a todos y cada uno de los participantes por estar presente y dar sus invalorables aportes para avanzar y consolidar nuestra misión evangelizadora en el vasto campo de lo social y de lo político, como una dimensión esencial y prioritaria de nuestra labor pastoral", concluyó la CEP.
El encuentro anterior se realizó en diciembre de 2017 en Colombia. Para esa ocasión el Papa Francisco envió un videomensaje para pedir una nueva clase dirigente alejada de la corrupción y que los laicos se involucren en la esfera pública.