El 9 de abril Chile conmemoró los 20 años del fallecimiento del Cardenal Raúl Silva Henríquez, conocido por su inagotable defensa de los derechos humanos y su destacada participación en el Concilio Vaticano II.
En Santiago se realizó una Misa en el nuevo Campus Lo Cañas de la Universidad Católica Silva Henríquez (UCSH), institución con 36 años de trayectoria.
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Estuvieron presentes Mons. Manuel Camino Vial; el P. Carlo Lira, Provincial de los Salesianos en Chile y Gran Canciller de la casa de estudios; y el P. Galvarino Jofré, rector de la UCSH; entre otros sacerdotes.
Luego se bendijo las instalaciones que acogerán las carreras de enfermería, kinesiología y educación física.
El P. Jofré manifestó que el Cardenal Silva Henríquez "fue un pastor para la Iglesia que a pesar de que partió a la casa del Padre hace 20 años, su mensaje y su memoria siguen latentes, porque siempre estuvo preocupado de las necesidades no sólo actuales, sino de las que se preveían a futuro".
"En lo personal, tengo una imagen de un pastor cercano, muy paterno y que compartió con mucha simplicidad con cada uno de nosotros", agregó.
Durante la tarde, el Obispo Emérito de Ancud, Juan Luis Ysern, celebró una Misa en la Catedral Metropolitana de Santiago en la que manifestó que la vida y obra del Cardenal "es fuente que nos imprime dinamismo y por tanto lo que fundamentalmente nos está diciendo es: sigue adelante, no te detengas".
También destacó "su servicio y entrega generosa por la formación de niños y jóvenes, fiel al seguimiento de Don Bosco. Ambos rasgos tienen una misma actitud básica, la entrega firme, incluso arriesgada en la defensa y servicio de la dignidad de la persona humana en fidelidad al Evangelio".
Acto seguido visitaron la cripta donde descansan los restos del Cardenal Silva Henríquez y también realizaron un acto cívico en la Plaza de Armas.
El jueves 11 de abril presentarán el estudio "El Cardenal Silva Henríquez y la opción preferencial por los pobres en la Conferencia de Medellín (1968)" encabezado por los teólogos Claudia Leal y Cristián Hodge.
En tanto, el Secretario Ejecutivo de la Vicaría Pastoral Social Caritas, Luis Berrios, se referirá a los orígenes de la institución creada por el Cardenal.
Biografía Cardenal Raúl Silva Henríquez
El religioso es conocido mundialmente como un defensor de los Derechos Humanos, sobre todo por su quehacer pastoral durante la dictadura militar en Chile. Tuvo un rol preponderante en las reuniones del Concilio Vaticano II.
El 27 de septiembre de 1907 en Talca (sur de Chile) nació Raúl Silva Henríquez, el decimosexto hijo del matrimonio.
En 1929 se tituló de abogado en la Pontificia Universidad Católica de Chile y un año después ingresó al noviciado de la Congregación Salesiana. En 1938 fue ordenado sacerdote en Turín. De regreso en Chile, se desempeñó como rector de los colegios de su congregación.
Organizó el Instituto Católico Chileno de las Migraciones (INCAMI), la Fundación INVICA, para el fomento de la vivienda popular; y Cáritas Chile en 1956.
Fue nombrado Obispo de Valparaíso en 1959, Obispo de Santiago en 1961 y Cardenal en 1962 el mismo año que asumió como Presidente de Cáritas Internacional.
Tuvo una destacada participación en el Concilio Vaticano II y con el propósito de aterrizar las enseñanzas de este encuentro, inició la primera gran misión en la Diócesis de Santiago y luego el Sínodo de 1968.
La tensión política del gobierno de la Unidad Popular llevó al Cardenal Silva Henríquez a incentivar el diálogo para buscar soluciones pacíficas. Sin embargo, la creciente polarización produjo el golpe cívico-militar de 1973.
El Cardenal continuó esa labor dialogante, esta vez con la dictadura del General Augusto Pinochet, con la fundación del Comité Ecuménico de Cooperación para la paz, Pro-Paz, en noviembre de 1973; luego con la Vicaría de la Solidaridad, en 1976, obra mundialmente reconocida por su defensa a los perseguidos.
En ese sentido, también creó la Vicaría de la Pastoral Obrera y la Academia de Humanismo Cristiano.
Al cumplir 75 años de edad, el Cardenal Silva Henríquez presentó su renuncia al Papa Juan Pablo II, la cual fue inmediatamente aceptada. Entregó su cargo a Juan Francisco Fresno Larraín el 10 de junio de 1983.
Tras padecer Alzheimer desde los 86 años falleció el 9 de abril de 1999 a los 91 años.
Se le rindieron los máximos honores de estado, con un funeral acompañado de miles de personas. Sus restos yacen en la cripta arzobispal de la Catedral Metropolitana de Santiago.