El Arzobispo de Boston, Cardenal Seán O'Malley, expresó su rechazo a dos proyectos de ley que buscan, entre otras cosas, permitir la práctica del aborto durante todo el embarazo en el estado de Massachusetts, Estados Unidos.
En una declaración publicada este sábado en el diario católico The Pilot de Boston, el Cardenal explicó que los proyectos de ley HB 3320 y SB 1209 "propuestos en la legislatura de Massachusetts tendrían consecuencias extremas para la protección de la vida".
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"Si bien estos proyectos han sido descritos como medios para proteger lo que establece la decisión de la Corte Suprema en el caso de Roe vs Wade" que legalizó el aborto en Estados Unidos en 1973, "ciertamente van más allá y nos pueden llevar en una dirección peligrosa", señala la declaración.
"Estos proyectos amenazan la vida y la dignidad humanas y tienen, en mi opinión, que ser rechazadas incluso por quienes apoyan el fallo de Roe vs Wade".
Tras señalar que no se aproxima a este tema desde una perspectiva religiosa y que tampoco trata de imponer la postura de la Iglesia Católica, el Cardenal dijo que estos proyectos permitirían el aborto durante todo el embarazo, eliminarían cualquier requisito para un aborto –incluso los tardíos– en los hospitales, eliminarían los esfuerzos para proteger a los bebés que sobrevivan a un aborto, y eliminarían el consentimiento paterno en caso del aborto para una menor de 18 años.
El Arzobispo de Boston explicó también que, incluso desde antes del fallo de 1973, la Iglesia Católica "ha tratado de proporcionar cuidado, compasión y asistencia a las mujeres ante embarazos vulnerables".
Por ello su arquidiócesis patrocina la ayuda a las embarazadas para dar asistencia espiritual y material; y también promueve el proyecto Rachel (Raquel), "un programa para mujeres que buscan consejería y sanación después de un aborto".
El Cardenal también se dirigió a los legisladores, a quienes les dijo que "no asuman que el amplio apoyo al aborto legal en Massachusetts se traduce en la voluntad del público de abrazar provisiones extremas con estos proyectos".
"Estas realidades merecen nuestras más serias consideraciones así como las más altas convicciones de lo que es bueno y lleno de compasión. Recuerden que los niños por nacer, que serán quienes sufran el impacto de estas propuestas, también merecen que sus vidas sean protegidas", concluyó el Purpurado estadounidense.