Mons. Petros Mouche es el Arzobispo siro-católico de Mosul (Irak) y dirige la Iglesia siro católica en Kirkuk y el Kurdistán, Ayuda a la Iglesia Necesitada le entrevistó sobre la situación que viven los cristianos en este país y cómo miles de personas que han pasado más de 3 años fuera de sus hogares están volviendo a asentarse en sus hogares.
Según afirmó Mons. Mouche, el cambio que se ha producido en esta región es innegable y aunque todavía hay mucho trabajo por delante "hay señales muy claras y concretas de progreso". Algo que el Arzobispo no atribuye al Estado iraquí sino que precisa que "el mérito corresponde a las organizaciones religiosas y humanitarias que se han apresurado a ayudarnos".
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Desde 2014, Ayuda a la Iglesia Necesitada ha apoyado a los cristianos iraquíes a través de distintos proyectos de alimentación, educación y reconstrucción por valor de más de 40 millones de dólares, incluida la ayuda de emergencia a las familias que huyeron a Kurdistán para escapar del Estado Islámico y la reparación y reconstrucción de hogares cristianos en la Llanura de Nínive posteriormente.
Todavía faltan recursos para la reconstrucción de las viviendas que fueron total o parcialmente destruidas, por eso el Arzobispo siro-católico de Mosul asegura que tiene la esperanza de que "Gobiernos extranjeros como, por ejemplo, los de Reino Unido y Hungría, intervengan y nos ayuden en este frente".
Otra parte importante en la reconstrucción de un país es la creación de puestos de trabajo para la población que retorna. Sin embargo, el Prelado asegura que "surgen muy pocas iniciativas".
"El Gobierno iraquí ha hecho muchas promesas, pero pocos proyectos han sido implementados. Nuestra confianza en el Estado es poca. Estamos convencidos de que, de ofrecérseles las oportunidades adecuadas, muchos de los que huyeron volverían a Qaraqosh, siempre y cuando puedan vivir allí en paz y en una situación estable", aseguró el Arzobispo.
En ese sentido Mons. Mouche recordó que la seguridad y bienestar general del país y en particular de la minoría cristiana depende "de la aplicación de las leyes y de la integridad del Gobierno".
"No hay ningún grupo o partido político conocido que tenga planes específicos de atacar a los cristianos; sin embargo, quien tiene la ambición de apoderarse de nuestras tierras pierde el sentido de ciudadanía y no respeta los derechos del prójimo. Estos partidos no se sienten cómodos con nuestra supervivencia y presencia continuada", aseguró.
También afirmó que recibe "muchas visitas de buena voluntad de delegaciones oficiales" que "pronuncian palabras hermosas, pero no ocurre nada". "Las buenas intenciones no son suficientes", subrayó.
"La Iglesia en su conjunto -sus obispos, pastores y laicos- no escatima esfuerzos a la hora de reivindicar los derechos de su pueblo y de asegurar un espacio donde podamos vivir con dignidad y en paz", explicó el Arzobispo.
Además subrayó los grandes esfuerzos que se realiza desde la Iglesia en Irak "para infundir confianza y esperanza en nuestra gente, pero sin forzar a nadie a regresar, a quedarse o a vivir desplazado. Esta decisión la tiene que tomar cada familia por sí misma, pues es la decisión que garantiza su dignidad, su futuro y, especialmente, el futuro de sus hijos".