En la exhortación apostólica postsinodal Christus vivit (Cristo vive) el Papa Francisco exhortó a los jóvenes a ayudar a la Iglesia en la lucha en contra de los abusos y a recordar a los sacerdotes su misión ministerial.
"Cuando vean un sacerdote en riesgo, porque ha perdido el gozo de su ministerio, porque busca compensaciones afectivas o está equivocando el rumbo, atrévanse a recordarle su compromiso con Dios y con su pueblo, anúncienle ustedes el Evangelio y aliéntenlo a mantenerse en la buena senda", pidió el Papa.
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De este modo, los jóvenes "prestarán una invalorable ayuda en algo fundamental: la prevención que permita evitar que se repitan estas atrocidades", aseguró el Pontífice en la exhortación apostólica postsinodal Christus Vivit (Cristo vive).
Refiriéndose a la crisis de los abusos en la Iglesia, el Santo Padre dijo que "esta nube negra se convierte también en un desafío para los jóvenes que aman a Jesucristo y a su Iglesia, porque pueden aportar mucho en esta herida si ponen en juego su capacidad de renovar, de reclamar, de exigir coherencia y testimonio, de volver a soñar y de reinventar", afirmó.
Además, el Papa reconoció en particular "el empeño sincero de innumerables laicos, sacerdotes, consagrados y obispos que cada día se entregan con honestidad y dedicación al servicio de los jóvenes" y añadió que "su obra es un gran bosque que crece sin hacer ruido".
Por ello, el Pontífice animó a los jóvenes a apoyarse en quienes viven su vocación con fidelidad y generosidad porque son la mayoría en la Iglesia "gracias a Dios los sacerdotes que cayeron en estos horribles crímenes no son la mayoría, que sostiene un ministerio fiel y generoso. A los jóvenes les pido que se dejen estimular por esta mayoría", alentó el Papa.
"El Sínodo renueva su firme compromiso en la adopción de medidas rigurosas de prevención que impidan que se repitan, a partir de la selección y de la formación de aquellos a quienes se encomendarán tareas de responsabilidad y educativas", señaló el Papa mientras que recordó al mismo tiempo que "no hay que abandonar la decisión de aplicar las acciones y sanciones tan necesarias. Y todo esto con la gracia de Cristo. No hay vuelta atrás", exclamó.
Una vez más, el Santo Padre explicó que "existen diversos tipos de abuso: de poder, económico, de conciencia y sexual" y destacó que es necesario "desarraigar las formas de ejercicio de la autoridad en las que se injertan y de contrarrestar la falta de responsabilidad y transparencia con la que se gestionan muchos de los casos".
En esta línea, el Pontífice condenó una vez más el clericalismo que es "una permanente tentación de los sacerdotes, que interpretan el ministerio recibido como un poder que hay que ejercer más que como un servicio gratuito y generoso que ofrecer" porque, explicó, que "un espíritu clericalista expone a las personas consagradas a perder el respeto por el valor sagrado e inalienable de cada persona y de su libertad".
Por último, el Papa expresó junto con los Padres sinodales su gratitud "a quienes han tenido la valentía de denunciar el mal sufrido", porque "ayudan a la Iglesia a tomar conciencia de lo sucedido y de la necesidad de reaccionar con decisión".
Sobre el drama de los abusos, el Santo Padre reconoció que "justamente nos duele en el alma" pero recordó que "Jesús Nuestro Señor, que nunca abandona a su Iglesia, le da la fuerza y los instrumentos para un nuevo camino" por lo que la "valiosa ayuda de los jóvenes, puede ser realmente una oportunidad para una reforma de carácter histórico".
Por su parte, el Subsecretario del Sínodo de los Obispos, Mons. Fabio Fabene, destacó durante la presentación de la exhortación Christus vivit que el Papa Francisco confió a los jóvenes con fuerza y valentía "casi una misión" para estar cerca de los pastores.
La exhortación apostólica Christus vivit se puede leer AQUÍ.