El Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Santiago (Chile), Mons. Celestino Aós, sostuvo un encuentro con los 53 seminaristas de la arquidiócesis a quienes recalcó que "alguien que no es transparente, que miente, no sirve para el sacerdocio".
En el encuentro del 30 de marzo en el Seminario Pontificio Mayor de Santiago, Mons. Aós alentó a los seminaristas a una formación sacerdotal que tome en cuenta la dimensión humana y que considere elementos muy concretos como ser limpio, puntual, cortés.
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"¿Si uno no sabe ser educado de qué caridad me habla?", cuestionó Mons. Aós, que subrayó también la importancia de vivir la solidaridad, el espíritu de sacrificio y la verdad, ya que "alguien que no es transparente, que miente, no sirve para el sacerdocio".
Crédito: Comunicaciones Arzobispado de Santiago
El Administrador Apostólico de Santiago señaló que "es normal que haya que haya tensiones en la Iglesia, tensiones de pensamiento, porque cada uno de nosotros tiene una cabeza distinta. Eso enriquece y hace avanzar".
Sin embargo, "la división más profunda es la división del pecado. El pecado no está en los libros, está en la vida, en las personas. Y si hay un sacerdote que comete un pecado es una ofensa a Dios".
Esto va más allá de lo sexual, precisó Mons. Aós. "El sacerdote que administra mal las cuentas y se está llevando un dinero que no le corresponde, está siendo pecador. El sacerdote que no prepara su homilía o no atiende a un enfermo cuando lo llama, está siendo pecador".
"Entonces, hay tensiones, y estas tensiones y estos pecados afectan a la comunidad cristiana. Todos los pecados que tienen los laicos los podemos tener los curas, y unos pocos más. Eso deja heridas en una comunidad cristiana", agregó.
En cuanto a los abusos al interior de la Iglesia, el Obispo dijo que "no podemos justificar lo injustificable. Yo no puedo justificar que se abuse de un niño o de una muchacha o de un hombre o de una mujer, no puedo justificar que se lo maltrate ni de palabra ni de obra".
"Pero si hay un hermano que se equivocó, que pecó en eso, pero está arrepentido, tendremos que tener misericordia de él y tendremos que perdonar", concluyó Mons. Aós.
Crédito: Comunicaciones Arzobispado de Santiago
Consultado sobre sus prioridades como pastor de la Iglesia en Santiago, Mons. Aós respondió que "la primera y la más fundamental son ustedes, que son seminaristas, y el cuidado y la atención de los sacerdotes, que hay muchos que están pasando momentos muy difíciles, algunos porque se equivocaron, porque son culpables; otros, porque somos un cuerpo, y cuando se enferma o sufre un miembro, sufrimos todos".
Otra prioridad del obispo apunta a los más débiles y vulnerables. "Hay una necesidad muy grande de acoger y atender a mucha gente que está muy herida. Hay que tener un cuidado especial del que está herido, no solo por los abusos de la Iglesia, sino gente que está marginada", señaló.