El Secretario General de la Conferencia Obispos Católicos de India (CBCI), Mons. Theodore Mascarenhas, señaló que la Iglesia "defiende el derecho de todos a profesar y difundir su fe", pero rechaza "todas las conversiones hechas por la fuerza o el engaño".
La declaración se produce tras el secuestro de dos niñas hindúes en la provincia paquistaní de Sindh, y que fueron obligadas a convertirse al islam y casarse con dos musulmanes.
Las hermanas Raveena (13) y Reena (15) fueron secuestradas por seis musulmanes armados que ingresaron a su hogar. El rapto ocurrió el miércoles pasado, en la víspera del "Holi", conocido como "el festival de los colores" hindú.
Sin embargo, la noticia no se dio a conocer hasta el viernes, cuando se viralizó un vídeo del padre de las niñas pidiendo ayuda de las autoridades.
Luego de ser capturadas, las jóvenes fueron convertidas a la fuerza y se casaron en Rahim Yar Khan, en el Punjab pakistaní. El vídeo de la ceremonia de la boda fue publicada en las redes sociales.
Las autoridades indias reaccionaron con prontitud, principalmente la ministra de Asuntos Exteriores de la India, Sushma Swaraj, quien ordenó al Alto Comisionado de la India en Islamabad (Pakistán) iniciar una investigación. Asimismo, a través de su cuenta de Twitter condenó el matrimonio ilegal de menores.
También se ha informado que las menores han acudido al tribunal en Bahawalpur (Punjab) para obtener protección, y que se ha capturado a un hombre que podría ser el imán que firmó el contrato de matrimonio.
"Todos tienen el derecho de profesar su religión", reafirmó el Arzobispo Mascarenhas. "La elección debe ser libre, nunca impuesta por la fuerza o el engaño. La Iglesia Católica es muy clara al respecto: la religión no admite la fuerza", aseveró.
Este hecho ha reavivado las tensiones entre India y Pakistán, ampliando la brecha entre ambos países.