El Papa Francisco declinó recientemente la invitación de los obispos de México para visitar el país en 2021, con ocasión de los 500 años de la evangelización de este país.
Así lo confirmó la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) en un comunicado publicado este 26 de marzo.
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"El jubileo de los 500 años de evangelización se conmemora en el 2021, por lo que obispos le extendieron una invitación al Papa para celebrar juntos esta fiesta de la fe católica en el Continente, sin embargo, el Sucesor de Pedro respondió que, aunque le encantaría nuevamente visitarnos, ya había venido al menos una vez, y había otros países que todavía no había visitado", señaló la CEM.
La invitación se dio en el marco de la audiencia privada que sostuvieron el 1 de marzo miembros del Consejo de Presidencia de la CEM con el Papa Francisco en el Vaticano.
En el encuentro, indicaron los obispos, "se reiteró la importancia, empeño y voluntad que tiene la Iglesia en México, por atender el problema de los abusos sexuales, con la máxima responsabilidad, incluyendo el trabajo con las congregaciones religiosas, escuelas e institutos religiosos".
"Otro de los temas medulares en la reunión fue la de la formación en los seminarios. Se habló sobre la importancia de trabajar con los sacerdotes desde todos los ámbitos, desde la recepción inicial hasta su formación permanente", indicaron.
Además, compartieron con el Santo Padre "el extenso trabajo eclesial que se ha hecho, particularmente, ante las caravanas de hermanos migrantes centroamericanos, y el apoyo que la Iglesia brinda sobre el tema de la trata de personas".
Los obispos también expusieron el trabajo realizado para construir la paz en México, así como su "disposición permanente de colaborar con el nuevo gobierno y con los distintos actores de la sociedad, en los procesos de pacificación".
"Por su parte, el Papa Francisco pidió no dejar de lado el trabajo pastoral con los jóvenes, y caminar siempre en comunión con ellos, utilizando sus talentos, su lenguaje, su energía, y su fuerza para mejorar el mundo", señaló la CEM.
El encuentro culminó "con un cálido y fraterno abrazo, no sin antes, encomendarlo a la Santísima Virgen María de Guadalupe, y recibiendo de parte del Santo Padre, su bendición, extensiva a todo el pueblo mexicano".