La Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), rechazó la detención del opositor Roberto Marrero por parte de agentes de inteligencia del régimen de Nicolás Maduro, lo cual ha violado los derechos fundamentales previstos por la Constitución nacional.
El jueves 21 a las 2:00 a.m. los agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), ingresaron violentamente a la casa de Marrero, jefe del Despacho de Juan Guaidó, proclamado "presidente encargado" de Venezuela. Otro grupo de efectivos hizo lo mismo en la vivienda del diputado opositor Sergio Vergara.
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Los efectivos detuvieron a Marrero y al ciudadano Luis Páez, identificado por Vergara como su chofer. El régimen de Maduro los acusa de integrar una célula terrorista.
Según denunció Guaidó en su cuenta de Twitter, Marrero alertó que los agentes "le sembraron dos fusiles y una granada". Hasta el momento se desconoce el paradero de ambos detenidos.
En un comunicado publicado este 22 de marzo, la Comisión de Justicia y Paz de la CEV dijo que "ante los hechos cometidos por funcionarios del SEBIN, con autorización de jueces y con la participación de fiscales del Ministerio Público, rechaza la detención del ciudadano Roberto Marrero", así como "el allanamiento de la residencia del diputado de la Asamblea Nacional Sergio Vergara".
Indicó que estos actos "atentan y violan derechos fundamentales previstos en nuestra Carta Magna" como la libertad personal y la inmunidad parlamentaria "de la cual gozan los diputados a la Asamblea Nacional en el ejercicio de sus funciones".
"Esta instancia eclesial lamenta estas violaciones, y las denuncia ante los organismos pertinentes para que ejerzan y cumplan con las atribuciones que la constitución y las leyes le confieren, a fin de restablecer los derechos vulnerados a estos ciudadanos", expresó.
La Comisión de la CEV recordó "a los funcionarios judiciales, fiscales del Ministerio Público y policías aprehensores, que no podrán justificar sus acciones alegando el cumplimiento de órdenes superiores. Los delitos consecuentes de aquellas acciones son imprescriptibles".
"En concordancia con nuestra Carta Magna, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, reitera que ningún individuo deberá ser aprendido y privados de su libertad por decisiones arbitrarias", señaló.
Ante este nuevo hecho, llamó a los venezolanos "a no perder la esperanza y a confiar en el poder de Jesucristo, que es la fuerza del amor, como reza la tan conocida oración franciscana, ser un instrumento de paz, donde haya desesperación, poner esperanza; donde haya tinieblas, poner luz; donde haya tristeza, poner alegría".