Un nuevo estudio realizado en 11 países reveló que las parejas que conviven tienen más dudas sobre su relación y le dan menos importancia a la estabilidad que las parejas casadas.
La Encuesta Mundial sobre Familia y Género (Global Family and Gender Survey – GFGS) evaluó las situaciones de vivienda en varios países. Esta encontró que las parejas casadas de 18 a 50 años de edad que viven con niños menores de 18 años confiaban más en que su relación será duradera que aquellas que solo conviven.
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En los países angloparlantes en el último año los encuestados que conviven con sus parejas tenían más probabilidades de haber tenido serias dudas sobre la duración de la relación.
Se encontró un gran contraste en Estados Unidos, donde el 36 % de las parejas que conviven indicaron haber tenido serias dudas. En cambio, solo el 17% de las parejas casadas indicó lo mismo.
En el caso del Reino Unido, el 39% de las parejas convivientes dudaban de la estabilidad de su relación. En Australia, ese número fue del 35%, en Canadá e Irlanda del 34%, y en Francia del 31%.
En América del Sur, en Argentina los convivientes que son padres tenían menos probabilidades de tener dudas sobre su relación, y solo el 19% de las parejas que conviven expresaron dudas.
La diferencia más pequeña se encontró en Francia, donde la relación de confianza entre las parejas casadas y las parejas que conviven difería en solo 1%.
Además de la estabilidad de la relación, el estudio también encontró que en general los convivientes que son padres tenían menos probabilidades de definir su relación como "más importante que casi cualquier otra cosa en la vida", en comparación con la respuesta de las parejas casadas. Esta diferencia varía de acuerdo al país.
En Estados Unidos el 75% de las parejas casadas dijeron que su relación es vital para ellos. En el caso de los convivientes el porcentaje llega al 56%.
En Australia, se encontró que la diferencia de importancia entre las familias que conviven y las casadas es del 15% y en Irlanda del 14%. En el Reino Unido, sus respuestas difieren en un 17%.
Por cada país sudamericano, la encuesta encontró entre 9% y 12% de diferencia, excepto en México, que tuvo una diferencia del 23% y en Argentina, que tuvo una diferencia de 19%.
Las respuestas de Francia fueron de nuevo las más cercanas, con el 73% de las parejas casadas y el 70% de las parejas que conviven, coincidiendo en que su relación era más importante que casi cualquier otra cosa en su vida.
Dirigido por el Instituto de Estudios de la Familia / Wheatley Institution, el GFGS realizó 16,474 entrevistas en línea con adultos de 18 a 50 años en los países de Francia, Canadá, Australia, Irlanda, Reino Unido, Estados Unidos, Chile, Perú, México, Colombia y Argentina
El resumen del estudio, escrito por Wendy Wang y W. Bradford Wilcox, dice que "un número creciente de niños en los países desarrollados están siendo criados por padres que viven juntos pero no están casados".
"Las diferencias en la estabilidad entre las familias que conviven y las casadas son notables, porque tienen más probabilidades de prosperar en familias estables".
La encuesta también sugiere que el factor que explica la importancia de la estabilidad "para la vida familiar asociada con el matrimonio es el compromiso. Específicamente, este resumen encuentra que los padres casados tienen más probabilidades de otorgar una mayor importancia a su relación, en comparación con los padres que cohabitan".
Traducido y adaptado por Carla Marquina. Publicado originalmente en CNA.