El Arzobispo de Nueva York, Cardenal Timothy Dolan, explicó una importante lección de San Patricio, a quien la Iglesia recuerda hoy, que puede aplicarse tras la masacre ocurrida recientemente en la localidad de Christchurch, donde murieron 49 personas en dos mezquitas.
"Una de las grandes cosas que San Patricio hizo en Irlanda fue que derrotó la violencia que había en el país. Cuando llegó había mucha violencia entre los clanes que se enfrentaban. Había sed de sangre y venganza, violencia en todos lados. Y él dijo 'no, la violencia no tiene lugar entre los hijos de Dios'", dijo el Cardenal en un video publicado en su cuenta de Twitter este domingo 17 de marzo, día de San Patricio.
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When St. Patrick came to Ireland, he worked to end the violence among God's children. I think of that today as we continue to mourn the victims of the terrible massacre in New Zealand. Would you join me in prayer that faith and goodness will always characterize God's children? pic.twitter.com/7ju3maof1G
- Cardinal Dolan (@CardinalDolan) 17 de marzo de 2019
"Pienso en eso en el día de San Patricio ante la terrible masacre de Nueva Zelanda. El Papa Francisco nos recuerda que la religión, la Iglesia, la fe siempre es siempre un agente de paz y reconciliación, nunca de odio, división o violencia", continuó.
El Cardenal lamentó que los musulmanes que estaban en las mezquitas fueran asesinados "por un fanático que los odiaba simplemente porque eran diferentes, porque eran de otra raza, de otro país, de otra religión".
"A veces en la Biblia se ve a Dios llorando, con lágrimas en los ojos como creo que está ahora con tragedias como la de Nueva Zelanda", continuó.
"Les pido que se unan en oración conmigo para que la fe, la bondad, la reconciliación y el perdón reinen entre los hijos de Dios", resaltó.
San Patricio es el Patrono de Irlanda. La devoción por el Santo de los irlandeses en Nueva York hizo que esta ciudad se torne todos los años de color verde en su día, 17 de marzo.
El Santo nació en Gran Bretaña hacia el 385. Siendo joven fue llevado cautivo a Irlanda. Cuando recobró la libertad siguió el camino del sacerdocio y más adelante llegó a ser Obispo.
En su lenguaje sencillo para evangelizar, solía explicar que así como las tres hojitas de un trébol hacen una hoja, de igual modo el Padre, Hijo y Espíritu Santo forman un solo Dios verdadero. De allí el símbolo del trébol con el cual se le identifica.