Un arzobispo que sirvió como Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU en Nueva York ha sido acusado por corrupción financiera y por tener una relación impropia con una mujer.
Fuentes confiables consultadas por CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– señalan que, pese a conocer de estas acusaciones, el arzobispo fue reasignado en un nuevo cargo diplomático sin sanción alguna.
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El Arzobispo Francis Chullikatt, de 65 años de edad, es el actual Nuncio Apostólico en Kazakstán, Tayikistán y Kirguistán. Las acusaciones en su contra se refieren al tiempo en el que sirvió como representante pontificio ante la ONU entre 2010 y 2014.
Mensajes románticos
3 sacerdotes que hacían parte de la Misión diplomática del Vaticano ante la ONU dijeron a CNA que Mons. Chullikatt le enviaba con frecuencia mensajes de texto "inapropiados" y "románticos" a la mujer desde su teléfono celular, y denunciaron que el personal de la representación pontificia la ayudó a conseguir una visa para viajar a Nueva York.
Esta fue "la parte más desafortunada de la historia que tiene que ver con el Arzobispo Chullikatt", dijo uno de los sacerdotes.
Exmiembros de la misión diplomático dijeron también a CNA que en varias ocasiones Mons. Chullikatt envió por error sus mensajes a algunos de ellos, lo que generaba confusión y desconcierto.
"Los mensajes eran, francamente, muy inapropiados en el contenido y eran claramente románticos por su naturaleza. Por lo que sé, al menos tres miembros de la misión los recibieron, incluyéndome", dijo un sacerdote a CNA.
Otro exfuncionario de la misión diplomática indicó a CNA que el Arzobispo, cada vez que envió equivocadamente un mensaje romántico, "abandonada su celular y obtenía uno nuevo o cambiaba de número".
Otro sacerdote comentó que Mons, Chullikatt se vio obligado a cambiar su teléfono "con una frecuencia ridícula".
"No sé cómo pudo seguir haciendo esto. Solo puedo pensar que debió haber estado bebiendo para enviar los mensajes a las personas equivocadas", señaló el tercer sacerdote.
"Eran muy obvios en cuanto a la naturaleza romántica, muy extravagantes y con frecuencia los mandaba muy tarde por las noches", agregó.
De acuerdo a distintas fuentes, la mujer a quien estaban dirigidos los mensajes era una virgen consagrada a quien el Arzobispo Chullikatt conoció antes de llegar a Nueva York. Indicaron además que el personal debía ayudarla a conseguir la visa y luego a conseguir trabajo en la ciudad estadounidense.
Tras su llegada a Estados Unidos, la mujer era visitante habitual en la oficina de la misión diplomática vaticana. "Ella estaba allí, todos la conocíamos. Era alguien importante en la vida de Chullikatt, creo que eso se puede decir", dijo un sacerdote a CNA, quien comentó que el Arzobispo se comportaba con "impunidad".
"En cualquier situación normal en la que ellos estaban, uno esperaría algún tipo de explicación como 'nos conocimos en la escuela, es amiga de la familia' o algo así, pero él (Mons. Chullikatt) no daba ninguna explicación", agregó el sacerdote.
CNA se contactó con la oficina de la misión de la Santa Sede ante la ONU en Nueva York, pero esta no respondió.
Corrupción financiera
Una nota del 11 de marzo publicada por Crux señalaba que Mons. Chullikatt maltrataba al personal de la misión pontificia ante la ONU e impuso varios recortes en los salarios de los laicos. Los sacerdotes que conversaron con CNA confirmaron esas acusaciones.
"Diría que estos recortes eran una marca de lo que hacía", dijo uno de los presbíteros a CNA. "Él trataba al personal como personas inferiores. No había espíritu de colaboración ni sentido de trabajo en conjunto", agregó.
El sacerdote explicó que el Arzobispo solía "humillar" a los empleados y los despedía sin aviso previo. "Creo que era normal para nosotros los sacerdotes porque siempre tenemos una diócesis a la cual volver, pero los laicos… a ellos los dejaba sin medios para mantenerse", lamentó.
Terrence McKeegan, un ex asesor legal de la misión diplomática de la Santa Sede, dijo a CNA que luego de firmar un contrato por un año de servicios, Mons. Chullikatt decidió pagarle menos de lo acordado. "En diciembre de 2013, el Nuncio me informó que desde 2014 me pagaría la mitad de lo que estaba en el contrato", denunció.
Algunos ex miembros de la misión pontificia indicaron que los recortes de los salarios tenían relación directa con la relación que sostenía el Arzobispo con la mujer.
Denuncia ante el Vaticano
McKeegan indicó que, en 2012 algunos miembros del personal hicieron saber sus más serias acusaciones contra el Arzobispo Chullikatt al entonces Secretario para las Relaciones con los Estados en el Vaticano, Mons. Dominique Mamberti.
Asimismo, en diciembre de 2013 un dossier o expediente fue enviado al Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin. Estos documentos incluían una carta de McKeegan en la que denunciaba los malos manejos de Mons. Chullikatt.
"Basado en mi experiencia con funcionarios de alto rango en la Iglesia, imaginaba que incluso los pecados que claman por justicia serían no escuchados en Roma, por lo que resalté en mi carta al Arzobispo Parolin que el mal manejo de los salarios de la misión podría constituir un violación penal de la visa de Estados Unidos y de la les leyes laborales", indicó el jurista.
Pese al expediente enviado, nada sucedió con Mons. Chullikatt que, según uno de los miembros de la representación pontificia, "se aprovechó" de la conocida disposición del Papa hacia la misericordia para evitar ser retirado de su puesto.
En sus últimos meses en Nueva York, indicó un ex miembro de la misión diplomática pontificia, el Arzobispo Chulikatt se dedicó a despedir empleados y a "hacer la vida más miserable antes de irse" en "venganza" por las quejas enviadas a Roma.
Varios miembros de la misión diplomática denunciaron además que Chullikatt les decía que una de sus obligaciones era mantener el "secreto pontificio" sobre su conducta.
Kazakstán
Tras su salida del cargo en Nueva York, el Arzobispo Chullikatt pasó casi dos años sin un puesto de servicio en la Iglesia. Fue designado como Nuncio en Kazakstán en junio de 2016.
Un exmiembro de la misión pontificia en Nueva York dijo a CNA que Chullikatt "no merece estar en ningún lugar".
Para McKeegan, "Roma siguió un patrón muy específico en el caso del Arzobispo Chullikatt. Aunque daba la impresión (nunca directamente sino a través de algunos canales y rumores) al denunciante o al acusador de que Roma se estaba haciendo cargo del problema, el Vaticano maniobraba para proteger a otro alto funcionario que había 'jugado bien' con los líderes corruptos de la Iglesia".
"Al Arzobispo Chullikatt se le dio calladamente un sabático. Este periodo no fue usado por Roma para investigar bien las serias acusaciones en su contra, de las cuales mi carta era solo una parte; sino que esperaron para que los acusadores como yo se rindieran por la frustración", dijo McKeegan.
Uno de los sacerdotes que dialogó con CNA explicó que "existe un poderoso incentivo para mantener un problema como Chullikatt bajo la mesa. Al hablar no solo no se toca a un hombre sino a todo un grupo que lo ha encubierto, y a aquellos que él mismo ha encubierto".
La Oficina de Prensa del Vaticano recibió las preguntas de CNA sobre las acusaciones contra Chullikatt, pero no respondió al cierre de esta edición.
Pese a varios intentos, el Arzobispo Chullikatt no pudo ser ubicado.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA