La Coordinadora de la Comisión para la Protección de los Menores de la Arquidiócesis de Paraná (Argentina), María Inés Franck, aseguró que la Iglesia Católica "está planteando una agenda concreta unificada para erradicar los abusos".
La abogada y licenciada en derecho canónico reflexionó sobre la importancia del Encuentro sobre la Protección de Menores, celebrado en el Vaticano del 21 al 24 de febrero de 2019, el que consideró "un paso de gran importancia y transparencia en el abordaje de las cuestiones vinculadas con el abuso sexual en los ámbitos de la Iglesia católica".
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"Nunca antes una cumbre sobre el abuso sexual infantil llevada a cabo por una institución fue seguida tan de cerca y provocó tantas notas periodísticas, opiniones y comentarios. Tampoco de ninguna otra se tuvo expectativas tan exigentes", señaló en una columna publicada por Diario Uno.
Franck destacó la "profunda autocrítica" que se mostró en cada una de las conferencias, por lo que "es justo reconocer que la Iglesia tuvo la valentía de exponerse frente a todo el mundo y de compartir abiertamente su discernimiento en uno de los momentos más difíciles de su historia contemporánea, ciertamente el más doloroso del pontificado del Papa Francisco".
Respecto las propuestas, diálogos y conclusiones del encuentro, la abogada subrayó que "más allá de legítimas diferencias en el tratamiento del tema, la Iglesia está planteando una agenda concreta unificada para erradicar los abusos".
"Las ponencias del encuentro dejaron en claro que las cuestiones vinculadas con la responsabilidad de llevar adelante estas medidas están en el centro de la cuestión. También fueron explícitas en cuanto a que los laicos (varones y mujeres) debíamos aportar todas las competencias que pudiéramos para ayudar a la Iglesia a erradicar los abusos y acompañar a las víctimas", señaló.
Por otra parte, Franck explicó que "como no podía ser de otra manera, fue una cumbre polémica", puesto que "el tema en sí lo era, las intervenciones lo fueron en su mayoría, las expectativas eran disímiles".
Reconoció que "la disponibilidad de los miembros de la Iglesia para acercarse, compartir y aportar lo que sea necesario para aliviar el dolor, no siempre puede ser bien recibida y es comprensible que así sea; de ninguna manera podemos reprocharlo".
"Pero sí está en nuestras manos tomar todas las medidas posibles para evitar que ocurran abusos de ahora en más. O al menos, si ocurren, para que las denuncias se traten adecuadamente en tiempo y forma, a fin de que se tomen las medidas que corresponda y que las heridas puedan sanar más rápido", sostuvo la abogada.
Para Franck, "más allá de palabras o expresiones vertidas, creo que la realización de la reunión muestra la voluntad de la Iglesia de acercarse a la realidad de los abusos con humildad y seriedad y también muestra algunas de las medidas que ya están en marcha".
En cuanto a las palabras de clausura del Papa Francisco, aseguró que constituyen "un discurso común para toda la Iglesia, que no podrá ser ignorado".
"Si bien sabemos que nada de lo que hagamos será suficiente frente al daño infringido por algunos miembros de la Iglesia, el Papa nos pide avanzar implacablemente en la línea del compromiso en la protección de los menores, la prioridad indiscutible para las víctimas, la seriedad impecable en el tratamiento judicial de las denuncias de abuso, el rechazo absoluto de cualquier forma de encubrimiento o subestimación de ningún caso, el énfasis puesto en la selección y formación de los candidatos al sacerdocio, la disponibilidad para acompañar integralmente a las personas abusadas, el alejamiento de cualquier forma de abuso de autoridad, el combate a las nuevas formas y posibilidades de abuso que utilizan el mundo digital", sostuvo la abogada.
"Como católica, con mis debilidades y fortalezas, junto a tantos obispos, sacerdotes, religiosos y laicos que intentan cuidar lo mejor posible a todos los miembros de la Iglesia, quisiera sumar mi compromiso y todas mis posibilidades en esta tarea", concluyó Frank.