El Obispo Castrense de Argentina, Mons. Santiago Olivera, describió los desafíos de Evangelización en el mundo militar en donde algunos entregan su vida por la paz, cuestión que requiere acompañar también "psicológicamente y espiritualmente" a las personas, porque "es distinta una vida que se prepara para entregarse".
En una conversación con ACI Prensa, Mons. Olivera destacó que los desafíos se dividen principalmente en dos aspectos: por un lado, "dar identidad a la diócesis castrense, sostener a los sacerdotes y profundizar en la razón de ser, que haya un obispado y pastores que acompañan la vida de esta gente que tiene un modo de vida muy peculiar, que entregan su vida y se preparan para, si fuera necesario, entregar su propia vida por la paz".
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"Yo les insisto mucho que se forman para preservar la paz, aunque la consecuencia por lo contrario sea la guerra. Y el gran desafío por una parte es ese, a nivel clero, a nivel diócesis", dijo.
Por otro lado, el Obispo castrense argentino recordó que los capellanes "acompañan la vida espiritual de los militares y de las fuerzas federales de seguridad, también de la policía de seguridad aeroportuaria, la gendarmería y la prefectura" y añadió que el principal reto es "acompañarlos junto a sus familias que son parte de nuestra diócesis en este crecimiento de vida espiritual para configurarse como Jesús y vivir su vida cristiana en el día a día de su vocación".
Sobre el acompañamiento a las personas que se están preparando a la muerte, Mons. Olivera señaló a ACI Prensa que es un gran desafío porque "quizá sea la única profesión en la que se nos prepara para la muerte, así como de modo muy claro" por lo que remarcó la importancia de "estar cerca y oírlos, también valorar las vidas".
"Yo he hablado con jóvenes que me han dicho por ejemplo: yo quiero mucho al pueblo, y por eso, soy capaz de entregar mi vida por defender el pueblo. Y esto me lo ha dicho un candidato, un aspirante, un joven gendarme y a mí me llenó de alegría y de ilusión porque en realidad la tenía clara, por amor también entregan su vida y se ponen en servicio", afirmó.
Sin embargo, el Obispo también reconoció que en ocasiones es necesario dar este salto vocacional porque "algunas situaciones económicas son las que hacen que los jóvenes tengan que entrar a las fuerzas de seguridad o fuerzas militares" pero, otros "van dando el salto a una vocación, a una llamada de entregar la vida por amor a la patria, por amor a Dios, por amor al hermano", concluyó.