En un reciente mensaje a los fieles, el Obispo de Ávila (España), Mons. José María Gil Tamayo, señaló que a pesar de las diversas crisis sociales y políticas que se viven en el país y el mundo, los cristianos deben reivindicar la alegría como patrimonio.
"Por elemental coherencia, los cristianos han de reivindicar la alegría como patrimonio de los verdaderos creyentes, a los que la vivencia de la fe no puede privarles del buen humor y mucho menos del gozo de las realidades humanas nobles", aseguró.
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En su mensaje, titulado "Reivindicación de la alegría", Mons. Gil Tamayo lamentó que en España en estos días se vive una "crispación a flor de piel, lanzamiento de proclamas y reproches mutuos, separatismos marcando agenda, tópicos y etiquetados guerracivilistas redivivos, populismos efervescentes al uso y licuaciones políticas".
Mientras tanto, lamentó, el país se encuentra "fragmentado ideológica y económicamente"-
A propósito del Carnaval: REIVINDICACIÓN DE LA ALEGRIA: Los cristianos han de reivindicar la alegría como patrimonio de los verdaderos creyentes, a los que la vivencia de fe no puede privarles del buen humor y mucho menos del gozo de las realidades humanas nobles... pic.twitter.com/FMPlwvF4s0
- José M. Gil Tamayo (@jmgilt) 1 de marzo de 2019
Este ambiente, dijo, es "todo lo contrario de un espacio común para solucionar, con la imprescindible concordia y buen entendimiento, los problemas que a todos nos afectan e interesan".
Sin embargo, a pesar de esto y con ocasión de la celebración de los carnavales, previos al Miércoles de Ceniza que da inicio a la Cuaresma, el obispo español señaló que se presenta "un paréntesis festivo que ha de llevar consigo también para muchos una necesaria reflexión sobre la mesura y el obligado respeto a los otros".
"Para los cristianos, esta reflexión ha de incluir además la superación, por contradictoria y falsa, de la tópica consideración de que las realidades espirituales son aburridas cuando no rodeadas -como las viejas cartas de luto- de una mezcla de seriedad y tristeza, que las inhabilita para toda tarea apostólica".
El Obispo de la tierra de Santa Teresa de Ávila recordó además que "el Papa Francisco ha hecho de la alegría la divisa de su pontificado: la incluye en todos sus documentos magisteriales".
"Qué bien lo supo entender aquella pequeña que, ante sorpresa de sus padres, le pedía a Dios: '¡Señor, que los malos sean buenos y que los buenos sean alegres!'. Toda una oración para el Carnaval y, sobre todo, para la Cuaresma que estamos a punto de empezar", finalizó.